Europa no necesita líderes arrogantes que siembran la muerte
Alessandro De Carolis – Ciudad del Vaticano
Un Papa enseñó de nuevo a Europa a respirar "con dos pulmones" –uniendo el occidental al oriental, asfixiado por los totalitarismos – y otro Papa enseñó a Europa que el Viejo Continente, y no sólo él, se ve mejor desde las periferias. Incluso si hoy una guerra no ofrece el mejor rostro de un territorio, el de la antigua Rus' de Kiev, al que una vez llegó el Evangelio, mientras que ahora "está siendo atravesado hacia atrás por instrumentos de muerte y devastación".
La inauguración de "Radio Ave María"
Entre Juan Pablo II y Francisco: ésta fue, en sustancia, la trayectoria del viaje del cardenal Leonardo Sandri a Bulgaria del sábado y domingo pasados. Algo más de veinte años después de aquel mayo de 2002, cuando el Papa Wojtyła se detuvo en el país entre el 23 y el 26 en su camino desde Azerbaiyán, el prefecto del Dicasterio para las Iglesias Orientales voló a Sofía para una serie de actos que conmemoran el viaje apostólico del Pontífice polaco.
El primer acto fue la bendición de los estudios de "Radio Ave María", fundada por los franciscanos del convento recientemente inaugurado en la capital búlgara con el objetivo de servir a todas las parroquias del país. Y ante los micrófonos de la emisora, el purpurado se detuvo en una larga entrevista dedicada, en gran parte, al recuerdo de la visita papal de hace 20 años.
Bulgaria y los Papas
De san Juan Pablo II en Bulgaria, el prefecto del Dicasterio señaló: "No podemos olvidar esa característica, esa nota distintiva de su Pontificado, que fue la apertura ecuménica", afirmada también al haber puesto, junto a san Benito, como copatronos de Europa a Cirilo y Metodio, los evangelizadores del oriente continental.
Y hoy, tras la acción del Papa Wojtyła, que contribuyó a la caída del Telón de Acero y a la liberación de la Iglesia del Silencio, está el Papa Francisco, un "incansable pacificador", que – evidenció el cardenal Sandri – eligió atravesar Europa por la ruta de la "primacía de los pequeños", es decir, de esa geografía que da espacio a las naciones que no son los "grandes motores de la economía del Continente".
Durante la entrevista, su pensamiento fue a otro Papa santo, Juan XXIII, un hombre "a la escucha de la voz del Espíritu", que vivió años inolvidables en Bulgaria como enviado papal, contribuyendo a iniciar los primeros contactos ecuménicos con la Iglesia ortodoxa y para la fundación de una Delegación Apostólica, de la que él mismo fue nombrado su primer representante en 1931.
Europa, los pobres piden la paz
Ayer, domingo 23, el cardenal Sandri presidió la Misa en la concatedral de la diócesis de Sofía Plovdiv, a la que asistieron numerosos sacerdotes, religiosos y fieles, tanto de la eparquía bizantina como de la circunscripción latina. En su homilía, el prefecto del Vaticano entrelazó el pasaje evangélico del fariseo arrogante y el humilde publicano con la actual crisis internacional:
Y también la dramática situación de Europa del Este volvió a salir a relucir, ayer por la tarde, cuando el cardenal Sandri visitó a las nueve monjas de clausura del monasterio carmelita de rito bizantino, el primero de este tipo en la tradición oriental. El jefe del dicasterio pidió a las contemplativas que recen por todas las intenciones de las Iglesias orientales y por Ucrania en particular.
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