VIII Congreso Mundial de Pastoral de Turismo: El valor de las peregrinaciones
Vatican News
«Turismo y Peregrinación. Caminos de Esperanza» es el lema del VIII Congreso Mundial de Pastoral de Turismo, organizado conjuntamente por el Arzobispado de Santiago de Compostela, el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral y la Conferencia Episcopal Española (CEE), que se desarrolla en la ciudad española de Santiago de Compostela, del 5 al 8 de octubre, con la participación de expertos procedentes de distintas partes del mundo que están analizando el fenómeno del turismo desde el punto de vista pastoral. El Congreso finalizará este sábado tras recorrer el último tramo del Camino de Santiago y la Misa del Peregrino.
El valor de las peregrinaciones
Conscientes de que urge un turismo más humano y humanizador, la penúltima jornada del Congreso, que incluyó una docena de ponencias, se centró en el valor de las peregrinaciones y la necesidad de incidir en su sentido espiritual y religioso, pero también se abordaron otros aspectos del turismo, como la situación actual del sector con el telón de fondo de la guerra de Ucrania y la pandemia, y su futuro más inmediato; la experiencia pastoral en Colombia, Polonia, las iglesias orientales o varias órdenes religiosas, como la de los Santos Jesuitas, sin olvidar la explotación sexual de ciertos lugares de ocio o la promoción de una cultura del turismo ético y responsable.
Cardenal Omella: los habitantes de otros lugares como hermanos
La jornada contó con la intervención del Presidente de la Conferencia Episcopal Española, el Cardenal Juan José Omella, que ofreció una ponencia sobre El hombre itinerante en una sociedad multicultural y multireligiosa, a la luz del magisterio del Papa Francisco. Para el cardenal Omella, el Congreso es “una oportunidad preciosa en un mundo en el que tenemos mucha movilidad, para conocer gente y ver a los habitantes de otros lugares como hermanos”. En su opinión, “hay que ensanchar nuestro corazón, porque hay otras riquezas y bondades que hay que reconocer y amar”. Además, añadió, “permite también vivir el gran deseo del Papa de una Iglesia de salida, de salir al mundo para dar a conocer la doctrina de Jesús, porque la presencia de Dios nos hermana y nos hace vivir en esperanza y en convivencia con todos los pueblos de la tierra”.
Monseñor Barrio: la peregrinación posee un alma humana y cristiana
La peregrinación fue el eje central de la intervención de Monseñor Julián Barrio, Arzobispo de Santiago, que habló de este fenómeno especialmente importante en Roma, Jerusalén y Compostela, donde, además, se está celebrando el Año Santo. Tomando las palabras de Ricardo Blázquez, Monseñor Barrio recordó que “peregrinar es mucho más que un deporte, mucho más que una aventura, mucho más que un viaje turístico, mucho más que una ruta cultural a través de monumentos admirables, testigos silenciosos de una historia secular. Sin negar el sentido específico de los motivos indicados, la peregrinación posee un alma humana y cristiana” y “sin alma el camino sería una realidad inerte”.
También recordó que el Camino de Santiago “se hace por penitencia” y que “el verdadero valor consiste en ser una ruta para el espíritu humano que se rebela a desaparecer bajo la asfixia de la propia inmanencia. Es como una protesta del peregrino contra lo que le rodea y le ofrece la sociedad actual. En una sociedad herida por los gnosticismos el peregrino redescubre la naturaleza y se pacifica con la creación, se abre al ámbito de la contemplación, sintiéndose necesitado y limitado lo que le hace valorar la hospitalidad y la acogida, y percibe que encuentra sentido en la historia y no en las ideologías, sabiendo que el mañana reflejará la esperanza del hoy. El peregrino a la tumba del Apóstol se encuentra con la tradición apostólica que fundamenta nuestra fe”.
Su Beatitud Pierbattista Pizzaballa: el valor de la peregrinación
Por su parte, el Patriarca Latino de Jerusalén, Su Beatitud Pierbattista Pizzaballa, abordó el fenómeno de la peregrinación a Jerusalén y habló de la situación actual de la población cristiana en Tierra Santa. No hay que olvidar que el Camino de Jersusalén es la ruta de peregrinación y paz internacional y cultural más larga del mundo. Como recordó el Patriarca, Jerusalén es el corazón de la Tierra Santa, la síntesis de la acción de Dios por el bien de toda la humanidad, “el lugar por excelencia” en una intervención plagada de citas bíblicas en la que habló de los orígenes de la peregrinación, cuando los judíos que no vivían en Jerusalén estaban obligados a peregrinar a la capital tres veces al año, y de cómo la peregrinación a Jerusalén en tiempos de Jesús estaba envuelta de elementos religiosos, históricos, culturales y económicos.
En cuanto a la situación en Tierra Santa, lugar de coexistencia cultural y religiosa, señaló que “nuestros cristianos son a menudo extraños en su propia tierra”, ya que no hay que olvidar que Jerusalén es hoy la ciudad sagrada en la que conviven tres religiones monoteístas, la judía, la cristiana y la musulmana. Su Beatitud también habló de que “la iglesia católica es en este contexto muy pequeña”, pero sigue habiendo vocaciones al sacerdocio, con dos seminarios que han contribuido a mantener y hacer crecer las comunidades cristianas locales de la Diócesis de Jerusalén y sacerdotes “cuyos servicios son muy valiosos”, y más de un centenar de escuelas católicas, así como centros bíblicos, de acogida, hospitales, orfanatos.
Cardenal Sandri: La peregrinación como salida de la propia tierra
Por su parte, el cardenal Leonardo Sandri, Prefecto del Dicasterio para las Iglesias Orientales, centró su reflexión sobre el “Sentido y valor de la peregrinación en la fe y la vida de las Iglesias Orientales”. Partiendo de la figura de Abraham, el Purpurado dijo que, “la imagen de la peregrinación como salida de la propia tierra no es lejana a nuestro tiempo ni mucho menos ajena a nuestros ojos. Recordemos los diferentes éxodos que los fieles de algunas Iglesias Orientales han experimentado en el pasado y que siguen experimentando en el presente”. En este sentido, es necesario ser conscientes de que las Iglesias Orientales se distinguen esencialmente por ser tradicionalmente tierras peregrinación. Pensemos en la Iglesia de Jerusalén que tiene la gracia de custodiar los lugares de la presencia histórica de Cristo sobre esta tierra.
Asimismo, el cardenal Sandri dijo que, debemos recordar que las Iglesias Orientales son también aquellas que custodian las metas de peregrinación. Pero, no basta solo recordar, es necesario dar la debida gratitud a los cristianos de Medio Oriente que, en cuanto custodios de dichos lugares, son las piedras vivas que mantienen en pie el edificio de la Iglesia y el Evangelio en tierras desgarradas por la guerra, el dolor y la injusticia. El Purpurado señaló, además, que “la peregrinación posee también una dimensión típica ya que es signo de comunión entre fieles orientales y occidentales”. En efecto, debido a la situación actual, la peregrinación se convierte para algunos hermanos orientales en la posibilidad de regresar a casa. Pienso concretamente en las comunidades de la diáspora. La peregrinación es también, por tanto, un retorno a los orígenes, a las raíces de la tierra de la salvación. Pensemos en los cristianos de Israel, Palestina, Egipto, Jordania, Líbano, Siria y Turquía quienes, motivados por varias situaciones, regresan a sus hogares.
El turismo en la doctrina social de la Iglesia
Por otra parte, dotar al fenómeno del turismo con la doctrina social de la Iglesia fue otro de los aspectos abordados en esta jornada, especialmente en las intervenciones de los periodistas especializados en turismo Ramón de Isequilla Real de Azúa y Juan Francisco Rivero, presidente de Skal Internacional Madrid, que hablaron de la necesidad de potenciar elementos positivos e intentar corregir los negativos como el deterioro del patrimonio cultural y paisajístico, la merma de valores o de la dignidad humana.
Y precisamente de la necesidad de llegar a todas las realidades sociales del ámbito turístico, como la juerga desenfrenada o la explotación sexual de ciertos lugares de ocio también se habló en las ponencias de este jueves, especialmente por parte de Marcela Villares y María Francisca Sánchez.
La jornada se completó con las intervenciones de monseñor Juan C. Cárdenas, Obispo de Pasto (Colombia), que habló del Sistema integrado de gestión y evangelización para la Nueva Evangelización. Patrimonio cultural, Turismo, Educación y Pastoral Social, y de la teóloga y biblista polaca Bárbara Strzalkowka sobre el Proyecto de formación al servicio de la Pastoral de turismo de la Universidad Stefan Wyszynski. El valor cultural y religioso de la peregrinación en el mundo esclavo, como elemento y eje de la evangelización.
Conclusión del Congreso
El Congreso Mundial de Pastoral de Turismo llega este sábado 8 a su fin con las últimas intervenciones de los ponentes, en una jornada en la que no faltarán las conclusiones tras las ponencias de estos días y los desafíos futuros, así como una peregrinación desde el Monte do Gozo a la Catedral compostelana, donde se celebrará la Santa Misa del Peregrino, a las 19.30 horas, que pondrá fin a este encuentro mundial.
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