Cardenal Zen fue condenado a multa por defensa a manifestantes en Hong Kong

Salvatore Cernuzio – Ciudad del Vaticano

Una multa de unos 500 dólares es la condena impuesta al cardenal Joseph Zen, obispo emérito de Hong Kong, por su papel en un fondo, el ya disuelto 612 Humanitarian Relief Fund, creado para ayudar a pagar los gastos legales y médicos de los activistas que participaron en las manifestaciones prodemocráticas de 2019 en la antigua colonia británica.

El cardenal, de 90 años, fue declarado culpable, junto con otros cinco administradores, la abogada Margaret Ng, la exdiputada Cyd Ho, la cantante Denise Ho, el profesor Hui Po-keung y el secretario de fondos Sze Ching-wee, de no haberlo registrado debidamente ante las autoridades.

Investigación en curso

Zen y los otros cinco acusados se han declarado inocentes, pero no han declarado ni han llamado a declarar a los testigos. No se enfrentan a penas de cárcel, pero podrían enfrentarse a penas más graves, como la cadena perpetua, ya que, según informan los medios de comunicación locales, aún está pendiente la investigación sobre las acusaciones de connivencia con fuerzas extranjeras; es decir, uno de los cuatro delitos contemplados en la Ley de Seguridad Nacional, que Pekín quiso aplicar en junio de 2020 para acabar con las protestas de hace cuatro años.

La misma ley exige que cualquier organización se registre en la policía al menos un mes antes de su creación, mientras que los grupos formados "exclusivamente con fines religiosos, caritativos, sociales o recreativos" pueden estar exentos de este requisito. Según los fiscales, el 612 Humanitarian Relief Fund debía estar registrado como una organización de carácter político, fundada y dirigida por varias personas, dijo la juez Ada Yim al dictar sentencia.

La detención en mayo

El cardenal salesiano Zen había sido investigado en septiembre de 2021. Meses antes, los periódicos de Hong Kong le acusaron de incitar a los estudiantes a rebelarse en 2019 contra una serie de medidas del gobierno. El cardenal fue detenido entonces, junto con los otros cuatro administradores, el 10 de mayo, por agentes de la policía constituida para velar por la seguridad nacional de China. La acusación fue "colusión con fuerzas extranjeras", presentada por el tribunal de Kowloon Oeste. Todos ellos, empezando por Zen, fueron puestos en libertad bajo fianza unas horas más tarde en la comisaría de Wan Chai tras ser interrogados. El 11 de mayo, el director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni, había declarado: "La Santa Sede ha conocido con preocupación la noticia de la detención del cardenal Zen y sigue con extrema atención la evolución de la situación".

La primera audiencia del juicio tuvo lugar el 19 de septiembre y el proceso terminó el 23 del mismo mes. Durante todo este tiempo, Zen -muy activo en las redes sociales- ha permanecido en silencio: a través de sus cuentas ha pedido a sus seguidores que recen por él. En el pasado, el cardenal también se expuso personalmente por criticar al Partido Comunista Chino, denunciando la presión y la persecución sobre las comunidades religiosas.