La belleza de nuestra Casa común desaparecerá si no la cuidamos
Amedeo Lomonaco – Ciudad del Vaticano
"Todo lo que se ha creado debe ser reconocido, cuidado y protegido, valorado y cultivado. Sólo a través de la gratitud por la creación podemos concebirla como un don. Sólo mediante el reconocimiento del don que se nos ha concedido, nos resultará a nosotros, de manera espontánea, ocuparnos de ella".
Así lo subraya el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, en su videomensaje con motivo de la segunda edición del Mitin nacional sobre la Belleza de la Creación, promovido por la Fundación “Hermana Naturaleza” en curso desde ayer y hasta este 26 de noviembre en Montefalco y Asís. En la tierra de San Francisco, Umbría, "la espiritualidad y la historia se unen". Recuerda el cardenal Parolin:
El compromiso de la Santa Sede
"La Santa Sede – subraya en el videomensaje – está continuamente comprometida a través de diversas iniciativas, a diferentes niveles, para concretar estas importantes acciones, no sólo de respeto, sino sobre todo de amor hacia el Creador". Entre los pasos más recientes, el cardenal recuerda "la adhesión a la Convención-Marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático y el Acuerdo de París por parte de la Santa Sede, en nombre y representación del Estado de la Ciudad del Vaticano". Y añade:
Actuar con urgencia, responsabilidad y solidaridad
A continuación, el cardenal recuerda que, además de los compromisos ya asumidos, la participación de la Santa Sede en la Convención-Marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático "representa un paso significativo en el cuidado de la Casa común, también a nivel multilateral, para compartir y reforzar el compromiso internacional de hacer frente al cambio climático, un grave problema que hay que afrontar ahora y en el futuro".
Se trata de un reto complejo, "como demuestra el resultado de la reciente Cop27 en Sharm el-Sheikh, que requiere la implicación de todos para actuar con una orientación clara impulsada por un sentido de urgencia, responsabilidad y solidaridad".
Se necesita una conversión comunitaria
"La belleza que nos rodea es inmensa: pensemos en el patrimonio medioambiental, histórico y cultural. La conversión individual – añade Parolin – debe ir acompañada de una conversión comunitaria: Tenemos la responsabilidad de cuidar y cultivar nuestra casa común; es nuestro deber protegerla y asegurar su continua fertilidad para las generaciones futuras".
Por último, el cardenal hace un llamamiento a la acción y a la colaboración: "Espero firmemente que este encuentro genere una reflexión sobre el reconocimiento de la belleza de la Creación que nos rodea, y que de ahí surjan acciones concretas y responsables para su protección y promoción".
Gracias por haber leído este artículo. Si desea mantenerse actualizado, suscríbase al boletín pulsando aquí