Foco sobre la diócesis y Cáritas de Ozieri en el proceso vaticano

Alessandro Di Bussolo – Ciudad del Vaticano

En el juicio que se celebra en el Vaticano sobre la gestión de fondos de la Santa Sede, la 45ª audiencia se centró principalmente en la financiación de Cáritas de Ozieri y la cooperativa Spes. El coronel de la Guardia de Finanza de Oristano, Pasquale Pellecchia, llamado a declarar por el promotor de Justicia, Alessandro Diddi, recorrió los pasos de la investigación llevada a cabo por encargo de la Fiscalía de Sassari sobre la gestión de Spes, dirigida por el hermano del cardenal Angelo Becciu, Tonino, y la familia del purpurado.

Nota informativa confidencial del obispo Pintor

Durante más de una hora, en la sala multifuncional de los Museos Vaticanos, el testigo refirió sobre las tres notas informativas redactadas en los documentos de transporte del pan elaborado por Spes, sobre la "nota informativa confidencial" – sin firmar pero atribuida al obispo de Ozieri Sergio Pintor, fallecido en 2020 – y sobre la autograbación de la llamada telefónica entre el cardenal Becciu y el Papa Francisco.

Y fue en esta última en la que se centró el interés de la Fiscalía, cuando Diddi pidió al coronel Pellecchia que leyera la nota mecanografiada, hallada en el estudio del obispo Pintor y fechada en mayo de 2013, seis meses después de que el prelado se retirara de la dirección de la diócesis. El secretario, monseñor Graziano Orro, declaró a la Guardia de Finanza que lo había escrito al dictado de Pintor.

Pintor deplora las injerencias de la Santa Sede

En la nota, el obispo – que estuvo en Ozieri desde el 2006 hasta el 2012 – se lamenta de 'fuertes injerencias desde arriba de la Santa Sede que habrían influido en sus decisiones” y que habrían llegado desde el 2011 hasta el 2012 – por parte del entonces secretario de Estado, el cardenal Tarcisio Bertone, del sustituto Becciu, pero también de otras personalidades – con la petición de bloquear nuevos nombramientos urgentes de párrocos que ya habían sido comunicados a los interesados y a las comunidades, en concomitancia con presiones en este sentido recibidas también de algunos miembros de la familia Becciu.

La denuncia sobre el trabajo de la cooperativa “Spes”

Al parecer, cuando Pintor le pidió explicaciones, el nuncio en Italia le habría dicho que enviara inmediatamente la carta de renuncia al Papa, a pesar de que aún no había alcanzado la edad canónica de 75 años.

En otra carta, se le pedía que no sustituyera al director de Cáritas diocesana, el padre Mario Curzu, a pesar de que Pintor había denunciado que en la organización sin ánimo de lucro Spes se faltaba el respeto y se explotaba a los pobres. Estas diversas intervenciones, escribe el ex obispo de Ozieri en tercera persona, "dan testimonio de la organización de un grupo de poder arrogante, que utilizó el nombre del Papa para acelerar la destitución del obispo Sergio Pintor, que quería defender a los pobres".

La promiscua cuenta bancaria a nombre de la diócesis

En la nota confidencial, el prelado se quejaba también de que, sólo dos días después de su dimisión, llegaba a la diócesis el administrador diocesano Sebastiano Sanguinetti, que en pocos meses desharía todo su trabajo, premiando a todos los sacerdotes que le habían creado problemas. La atención de Diddi se dirigió entonces a la cuenta número 60478 de la Banca Proxima (después Intesa), a nombre de la diócesis y gestionada por Cáritas, con la firma de Tonino Becciu y no del obispo Pintor, que no habría tenido conocimiento de su existencia. Sería, según la acusación, la cuenta en la que se ingresaban los fondos procedentes de la Secretaría de Estado.

Otras investigaciones de la Fiscalía de Sassari

Sobre los documentos de transporte del pan, que no se encontraron en el registro de la Guardia de Finanza, en febrero de 2022 y que luego se presentaron en marzo, Pellecchia reiteró que, supuestamente, se falsificaron para demostrar entregas de pan que nunca tuvieron lugar. “Los referentes parroquiales – explicó al tribunal – nos dijeron que ese pan nunca llegó”. Por último, sobre la grabación de la llamada telefónica realizada por Becciu al Papa el 24 de julio de 2021, el testigo dijo que se encontró en dos smartphones y una tablet incautados en Roma a Marialuisa Zambrano.

Declaración espontánea del cardenal Becciu

Al final de la audición del coronel Pellecchia, el cardenal Becciu pidió leer una declaración espontánea en la que rechazaba "con la máxima firmeza algunas afirmaciones contenidas en el informe" de la Finanza y que sonaban “como acusaciones no sólo contra mí, sino también contra el Papa y sus colaboradores".

Para defenderme, añadió: "No hablaré mal del hermano difunto", es decir, de Pintor. El cardenal expresó "incredulidad y angustia" por la exhibición de la nota confidencial del prelado fallecido, que, según las normas canónicas, "debería haber permanecido" en los archivos secretos diocesanos, "o, al menos, tras su muerte, debería haber sido enviada a la curia de la diócesis de Ozieri".

Las relaciones con Pintor se rompieron a finales del 2011

Decir que para la dimisión de monseñor Pintor "hubo una confluencia de fuerzas manipuladoras contra el Santo Padre es una grave afirmación – dijo Becciu – para la que no se ha aportado ni una sola prueba", y un insulto al Papa "que se haría víctima de los juegos de poder de las personas aludidas". Por último, justificó las "consideraciones negativas" de Pintor "por el momento de desánimo y decepción que debió experimentar".

Con su hermano, el cardenal dijo que siempre tuvo una relación de amistad y estima mutua, pero que las relaciones se rompieron en octubre del 2011, debido a “una denuncia que me hizo y a la que no di curso explicando los motivos al obispo”. Desgraciadamente, concluyó el antiguo sustituto, a partir de ese momento, Pintor "fue víctima de su temperamento rencoroso y no fui yo, sino mi hermano, Tonino, y los demás responsables de la organización diocesana de Cáritas quienes pagamos el pato".

El palacio de Londres y los análisis de Asif

Luego siguió la otra vertiente del juicio, la relativa a la compra del palacio londinense, para la que se escuchó al testigo solicitado por una parte civil, Apsa, Carlo Fara, antiguo funcionario de la Oficina de Información Financiera de Asif, la Autoridad de Supervisión e Información Financiera de la Santa Sede.

Fara confirmó que en marzo del 2019, su oficina se interesó por los canales institucionales de la Santa Sede para un análisis sobre los contratos firmados para la inversión con Gut SA, con el fin de identificar posibles criticidades, de naturaleza económica y jurídica. A la espera de los documentos que deberían haber llegado de la Uif británica, Asif no habría informado, sin embargo, al promotor de Justicia de algunas de las cuestiones críticas encontradas.

El orden en los siguientes testigos

Al final de la audiencia, tras casi cinco horas de deliberaciones, el presidente del Tribunal, Giuseppe Pignatone, leyó una orden en la que se estipulaba que el sustituto de la Secretaría de Estado, monseñor Edgar Peña Parra, y Tonino Becciu fueran oídos como testigos, mientras que se reservaba su posición sobre el testimonio del cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, ya que está subordinado a lo que surja de los últimos testimonios.

El tribunal, en otra ordenanza, rechazó las peticiones de la defensa del cardenal Becciu, con las que se habían alineado el resto de las defensas, de no aceptar como prueba los quince files de audio depositados por Francesca Immacolata Chaouqui en la vista anterior, autograbados por monseñor Alberto Perlasca, testigo clave en el actual proceso. Al principio de la vista, el abogado Viglione había argumentado que se trataba de archivos de audio tomados al margen de las normas, ya que eran fácilmente modificables y manipulables.

Ninguna confrontación entre Chaouqui y Ciferri

Por último, no habrá careo en la sala entre Francesca Immacolata Chaouqui y Genoveffa Ciferri, tal y como estipula una ordenanza específica, ni habrá nuevos testimonios de Chaouqui. En la próxima audiencia, programada para el 16 de febrero, el Tribunal tiene previsto escuchar, entre otros, a Jean-Baptiste De Franssu, presidente del Instituto para las Obras de religión, y el día 17 a los obispos Sebastiano Sanguinetti y Corrado Melis, actual obispo de Ozieri.