Krajewski, nueva ayuda del Papa a las víctimas del terremoto en Turquía
Benedetta Capelli - Ciudad del Vaticano
Un compromiso coral e inmediato en señal de ayuda y solidaridad a un pueblo que sufre. Así cuenta el cardenal Konrad Krajewski lo sucedido en el Vaticano en un solo día, por invitación del Papa y tras el dolor y el compartir por lo sucedido en Siria y Turquía. En el país de la luna creciente, el balance del terremoto, que sacudió la zona el 6 de febrero, se eleva a más de 39.600 muertos, aunque no faltan pequeños milagros como el hallazgo de personas aún vivas bajo los escombros.
El Papa Francisco se reunió el 16 de febrero en el Vaticano con el nuevo embajador turco Ufuk Ulutaş para la presentación de sus cartas credenciales. En la ocasión, tras dirigir un pensamiento de cercanía y afecto "al noble pueblo turco", el Pontífice preguntó cuáles eran las urgencias para la población y recomendó que el Dicasterio para el Servicio de la Caridad provea a cualquier necesidad. "Una hora después del encuentro con el Santo Padre", cuenta el cardenal Konrad Krajewski, "me reuní con el embajador, que me explicó lo que necesitaban".
Compromiso para un país de rodillas
La lista del diplomático se refería principalmente a conservas, como arroz y atún, pero también pañales y muchos otros materiales resistentes a las inclemencias del tiempo e incluso al frío. "Inmediatamente", subraya el limosnero, "todos en el Vaticano se pusieron manos a la obra para preparar en un solo día 10 palés de alimentos, que se cargaron en un camión y se enviaron al aeropuerto de Fiumicino". El destino del donativo del Papa era un almacén de las líneas turcas, los voluntarios y el personal del aeropuerto trabajaron sin descanso para organizar el cargamento que llegará hoy a Estambul. "Se tuvo mucho cuidado en la preparación de los paquetes", explicó el Cardenal, "que viajarán en aviones de línea y no de carga, por lo que se prestó mucha atención tanto al peso como a la altura de los mismos paquetes".
Ayudar hoy, no mañana
"En el Evangelio siempre dice hoy, no mañana. Cuando Jesús hacía milagros los hacía inmediatamente, no decía dentro de una semana o dentro de algún tiempo, y por eso -añade Krajewski- nosotros proveímos inmediatamente gracias al aparcamiento del Vaticano, a los donativos, a muchos que ayudan. En 24 horas estaba todo hecho, es un cuidado -explica el limosnero del Papa- que nace de una certeza: 'el amor sin caridad no existe'".
Gugerotti en Siria
Paralelamente, el prefecto del Dicasterio para las Iglesias Orientales, monseñor Claudio Gugerotti, inició su misión entre las víctimas del terremoto de Siria, donde el seísmo ha causado más de 5.800 muertos. Un viaje que le llevará también a Turquía para expresar la cercanía del Papa a las personas afectadas por el seísmo.
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