La Santa Sede en la Bienal de Venecia con un pabellón sobre "la amistad social"

Vatican News

La Santa Sede vuelve a la Bienal de Arquitectura de Venecia. El Dicasterio para la Cultura y la Educación estará representado en la Bienal de Arquitectura, que se celebrará del 20 de mayo al 26 de noviembre de 2023. La Santa Sede ya participó en la Bienal de Arquitectura de 2018, exponiendo diez capillas en los jardines de la Isla de San Giorgio Maggiore. Este año, la exposición se instalará en los edificios del monasterio benedictino y en los jardines de la abadía. El cardenal José Tolentino de Mendonça, comisario del Pabellón de la Santa Sede, expresó su satisfacción por la oportunidad de garantizar la presencia de la Santa Sede en una Bienal que celebra el papel de los arquitectos en la creación de un futuro mejor y más sostenible para nuestro mundo, como reconoce el tema "El laboratorio del futuro" propuesto por Lesley Lokko, curadora de la Bienal 2023.

La Iglesia cerca del mundo de la arquitectura

El Cardenal, que fue nombrado Prefecto del Dicasterio vaticano para la Cultura y la Educación en otoño de 2022, afirmó que esta presencia pretende ser una "declaración del deseo de la Iglesia de estar cerca no sólo del mundo de la arquitectura, sino de las artes en general, y debe ser vista como una declaración programática de cómo el Dicasterio tratará de asegurar la presencia de la Iglesia en aquellos lugares, eventos y espacios donde se reúnen los artistas". El objetivo, señaló Tolentino, es "recuperar el sentido de la Iglesia como amiga de los artistas, interesada en celebrar y destacar sus logros para desarrollar un diálogo más rico y un crecimiento en la comprensión mutua". El purpurado espera que esta iniciativa sirva para animar a las Iglesias locales a participar en eventos y manifestaciones culturales regionales.

El Pabellón

Tolentino señaló que la Santa Sede dedicará su Pabellón Nacional en la Bienal de 2023 al tema de la amistad social, particularmente importante para el Papa Francisco, que presentó su visión de la Cultura del Encuentro en sus encíclicas Laudato si' (2015) y Fratelli tutti (2020). El responsable del Dicasterio también destacó que el tema fue elegido como vehículo para celebrar el 10º aniversario del pontificado de Francisco como un regalo a la Iglesia y al mundo. Así, del 20 de mayo al 26 de noviembre de 2023, en las salas y el jardín de la Abadía de San Giorgio Maggiore, la exposición "Amistad social: encuentro en el jardín" invitará a los visitantes, en palabras del curador del Pabellón, el arquitecto Roberto Cremascoli "a cuidar el planeta como nos cuidamos a nosotros mismos y a celebrar la cultura del encuentro".

Invitados internacionales

El comisario y el curador del Pabellón Vaticano han invitado al arquitecto portugués Álvaro Siza (Premio Pritzker en 1992) -figura de indiscutible renombre en el panorama artístico y arquitectónico- y al italiano Studio Albori (Emanuele Almagioni, Giacomo Borella, Francesca Riva), estudio multidisciplinar especializado en el desarrollo de proyectos que mezclan actividades arquitectónicas con procesos participativos y ecológicos. El encuentro entre las encíclicas del Papa, los arquitectos invitados y las diversas aportaciones científicas dará lugar a instalaciones que responderán al tema "El laboratorio del futuro", propuesto por Lesley.

La exposición

La exposición se desarrolla en el interior de la abadía benedictina: desde los vestíbulos de entrada que se asoman al Canal de la Giudecca, pasando por la galería "manica lunga" y las salas que se abren al jardín, hasta el mismo jardín. La instalación "O Encontro" de Alvaro Siza da la bienvenida y conduce al visitante, que dialoga con las piezas diseñadas por el maestro, hasta el espacio exterior. Este último, caracterizado por un nuevo jardín diseñado por el Studio Albori, se presentará con un nuevo arreglo. Este espacio, habitualmente reservado a la Comunidad benedictina, estará abierto a los visitantes. La nueva disposición de los recorridos entre loshuertos, el gallinero y las zonas de descanso pone de relieve el compartir y la contemplación que están en el centro de la vida cotidiana de la Abadía y crea la posibilidad de un diálogo entre los residentes y quienes visitan y disfrutan de estos espacios.