Avanzan preparativos para Congreso Eucarístico 2024 en Quito
Sebastián Sansón Ferrari - Ciudad del Vaticano
"Fraternidad para sanar el mundo": este es el tema del 53º Congreso Eucarístico Internacional (IEC2024) que tendrá lugar en Quito, Ecuador, del 8 al 15 de septiembre de 2024 y terminará con la celebración de una Statio Orbis, es decir, un momento de oración especial que une en comunión a toda la Iglesia en torno a la hostia que hace presente a Jesús en medio de su pueblo. Lo informa el Pontificio Comité para los Congresos Eucarísticos Internacionales en una nota de prensa este lunes 22 de mayo.
Dicho organismo pontificio promueve la preparación y celebración periódica de estos grandes encuentros a los cuales una Iglesia local invita a las otras de la misma región o de la misma nación o del mundo entero. La finalidad de estos congresos es aumentar la comprensión y la participación en el misterio eucarístico en todos sus aspectos, desde la celebración al culto fuera de la misa hasta la irradiación en la vida personal y social.
Desde el Pontificio Comité recuerdan que el tema del Congreso en Quito está inspirado en las palabras evangélicas "Ustedes son todos hermanos" (Mt 23,8) y recuerda la actual experiencia sinodal de la Iglesia, llamada a convertirse en un lugar fraterno de inclusión, pertenencia compartida y profunda hospitalidad.
El comunicado añade que el 10 de mayo pasado se presentaron, en la sede de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, el logotipo y el himno oficial del Congreso. Los compositores del himno “En torno a tu mesa”, Marco Antonio Espín y grupo Solideo (Fr. Oscar Santiago Castro España, ofm, Fr. José Duván Delgado Ruiz, ofm, Fr. Ángel Arturo Prieto Zagal, ofm) son artistas católicos de gran trayectoria en el Ecuador, dedicados al servicio de la evangelización a través de música nueva e inédita contemporánea.
"Se pueden encontrar noticias sobre el evento en las páginas web del Comité Preparatorio (www.iec2024.ec) y del Comité Pontificio para los Congresos Eucarísticos Internacionales (www.congressieucaristici.va)", finaliza el texto.
La mitad del mundo se transformará en una inmensa ciudad eucarística
Sobre el logotipo, desde el Congreso Eucarístico explican que "la Cruz de Cristo entra en la carne del mundo para sanar las heridas que el pecado abrió: desobediencia a Dios, abuso del prójimo y explotación de la creación. Ella es el nuevo eje de la historia. Ahí donde la humanidad descargó la máxima violencia sobre el Cordero de Dios, ahí mismo, Dios ha derramado sobreabundantemente su amor con el signo del agua y la sangre que brotaron del costado abierto de Cristo en la Cruz. El Crucificado es el Resucitado. Con los brazos abiertos Él abraza a todos como hermanos reconciliados con el Padre".
En segundo lugar, "el Corazón abierto de Cristo en la Cruz es la fuente del amor que hace nuevas todas las cosas. Su herida ya no supura muerte, sino que es un manantial de vida y de reconciliación. Por eso, las llagas abiertas del Resucitado son las nuevas heridas de amor que sanan, aquí y ahora, todas las heridas aun abiertas por el odio, la enemistad, la violencia y la muerte".
El tercer elemento, la Hostia, "hace referencia a la Eucaristía que es la cumbre y la fuente de toda la vida cristiana. La luz de la Eucaristía da un nuevo rumbo a la historia humana porque Dios sigue congregando a su pueblo, desde donde sale el sol hasta el ocaso, para reunirlo alrededor de la Palabra de Vida y del Pan vivo bajado del cielo. Por eso, la Eucaristía es vinculo de fraternidad. Ahí donde el pecado nos hizo desconocernos como hermanos, la celebración eucarística nos hace sentarnos a la misma mesa como hijos de un mismo Padre".
Por último, afirman que "Quito, ciudad de la mitad del mundo, situada en la latitud cero, extiende su tienda para convertirse en una inmensa ciudad eucarística donde todos estamos invitados a unirnos a este gran sueño de una fraternidad redimida y sanada por el amor total de Cristo, amor que siempre va primero, amor que en esta hora de la historia nos ayuda a tomar conciencia que: «Ustedes son todos hermanos» (Mt 23, 8)".
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