Parolin en el Santuario de Fátima: Oración y diplomacia para lograr la paz en Ucrania
Adriana Masotti - Ciudad del Vaticano
De la Cova da Iria la humanidad puede aprender el valor de la unidad, de la esperanza y de la paz: lo dijo el Secretario de Estado Vaticano, Cardenal Pietro Parolin, en la homilía de la Misa internacional que en el Santuario de Fátima clausuró la mañana de este sábado la tradicional peregrinación de los días 12 y 13 de mayo con la presencia de más de 200.000 peregrinos de Portugal y de otros 26 países, entre ellos 320 enfermos. Concelebraron la Misa, presidida por el Secretario de Estado, 274 sacerdotes, 23 obispos y dos cardenales. “La historia de los creyentes, de la que Fátima es signo y anuncio, nos muestra siempre a María solícita y presente, por la gracia de Dios, en la vida cotidiana de los creyentes y en sus tiempos -dijo el cardenal Parolin-, para que la luz de la Pascua ilumine sus mentes, sus corazones, sus manos, sus obras y sus días, abriéndolos así al futuro de Dios, que es siempre un futuro de paz y de esperanza”.
No a las visiones catastrofistas, la fe trae esperanza al mundo
La Virgen María, subrayó el Secretario de Estado, "no conoce los muros de la diversidad cultural, social, política", es más, "nos enseña a ensanchar los espacios de la Iglesia", para que sea una comunidad "en la que la armonía de las diferencias haga inútil la voluntad de dominio y homologación", tantas veces presente en el mundo. Y señaló que la fe cristiana rechaza las visiones catastrofistas de la historia, aportando por el contrario esperanza a la humanidad, la fe es de hecho algo más que "meras fantasías consoladoras, sin frutos reales". "La historia -continuó- no es un alejamiento progresivo e inexorable de Dios, como podría hacernos creer lo que generalmente consideramos signos de su ausencia: las lágrimas sin respuesta, el luto constante, los lamentos provocados por la infidelidad, la traición y la violencia, el hastío que se siente al vivir en una ciudad basada en la opresión, la muerte que borra y silencia todo y a todos".
"El Resucitado es Jesús que hace nuevos el vivir y el morir"
A continuación, el cardenal Parolin invitó a mirar la Resurrección de Cristo, una realidad que trastoca toda lógica humana: "El Resucitado es precisamente ese Jesús crucificado; ese Jesús que sintió en su propio cuerpo los efectos de la ausencia de Dios, acogido y buscado; ese Jesús que suspendió el alejamiento de Dios, llenándolo de su presencia y de su amor llevado "escandalosamente" hasta el perdón; ese Jesús que hizo posible buscar y encontrar a Dios donde habitualmente no se mira, es decir, en los pobres, en los últimos, en aquellos que el mundo olvida y descarta." Por ello, el cardenal Parolin concluyó su homilía deseando "que la luz y los valores de la Pascua de Cristo no falten nunca a nosotros, a este lugar santo, a la Iglesia universal y particular, para que la alegría del Evangelio siga siendo anunciada, con celo y humildad, al mundo entero, a todos los hombres y mujeres que Dios ama".
"Nos esforzamos por ayudar a conseguir la paz"
Durante la oración de los fieles, se rezó por la paz en todas las partes del mundo, empezando por Ucrania, recordando la visita del Presidente Volodymir Zelensky a Roma y al Vaticano. Hablando de la guerra en suelo ucraniano, en una entrevista realizada ayer por la emisora de radio portuguesa Renascenca, el Secretario de Estado confirmó cómo la diplomacia vaticana está "haciendo todos los esfuerzos para ayudar a la paz". Refiriéndose a su participación en la peregrinación, dijo que "la paz se consigue también con la oración y la penitencia". "No debemos olvidar las auténticas armas que la Virgen nos ha indicado", dijo, "por eso considero que es un momento oportuno para estar en Fátima. Es una razón más para estar allí". En cuanto a los esfuerzos diplomáticos, que también son necesarios, "también nosotros, como Santa Sede, bajo el liderazgo del Papa Francisco", dijo Parolin, "estamos tratando de dar toda nuestra contribución y hacer todo lo posible para encontrar una solución política y diplomática a esta crisis, que realmente está destruyendo un país".
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