Nuevas estrategias para el combate de los abusos sexuales
Salvatore Cernuzio - Ciudad del Vaticano
"Un nuevo marco universal" para actualizar las orientaciones de la Doctrina de la Fe de hace doce años; un Fondo con aportes de las Conferencias Episcopales para la formación y asistencia a las víctimas; la colaboración con la Fundación GHR para programas de salvaguardia; estrategias para combatir los abusos a menores en Internet; un estudio en profundidad sobre el tema de la vulnerabilidad en sus diversas formas; un plan estratégico para poner en el centro las necesidades de las víctimas y supervivientes y abordarlas en los mecanismos de denuncia de la Iglesia. Los miembros de la Pontificia Comisión para la Protección de los Menores participaron de la Asamblea Plenaria para analizar y elaborar el trabajo del presente y del futuro, a la luz del renovado llamamiento del Papa a seguir esforzándose por mejorar las normas de conducta y salvaguardar a la Iglesia del delito de los abusos sexuales.
Las indicaciones del Papa
El organismo -constituido en 2014 y con la Praedicate Evangelium situado dentro del Dicasterio para la Doctrina de la Fe- concluyó su asamblea plenaria, que comenzó el 3 de mayo en el Palazzo Maffei Marescotti de Roma. Aunque ha habido varias dimisiones a lo largo de los años y también recientemente, se ha enriquecido con diez nuevos miembros desde noviembre de 2022. Todos ellos, encabezados por el cardenal de Boston, Sean O'Malley, fueron recibidos el 5 de mayo por el Papa, quien -denunciando en su discurso "la incapacidad de actuar adecuadamente para detener este mal y asistir a sus víctimas" y estigmatizando también los "pecados de omisión", no menos graves que la violencia de los abusadores- pidió a la Comisión que no se desanime en su misión "que representa una visión global de cómo la Iglesia puede convertirse en un lugar cada vez más seguro para todos".
Al lado de las víctimas
"La Comisión defiende esta visión y cree firmemente que las promesas deben ir acompañadas de cambios verificables en el seno de la Iglesia que demuestren que los jóvenes y las personas vulnerables no corren riesgos y que existe un compromiso de estar al lado de los afectados por abusos sexuales", señalan los miembros en una nota, en la que dicen "acoger con satisfacción" las palabras del Papa, así como la confirmación del Motu Proprio Vos estis lux mundi como "ley permanente".
Directrices actualizadas
A la luz de estos cambios y de las renovadas invitaciones, la sesión plenaria introdujo algunas novedades y lo que el cardenal presidente O'Malley denomina "ajustes" en la metodología de trabajo. En primer lugar, se actualizaron las Directrices de la Iglesia, publicadas por primera vez en 2011 por la entonces Congregación para la Doctrina de la Fe, que -como pide la Praedicate Evangelium- requieren centrarse en las políticas de salvaguardia de toda la Iglesia. Por lo tanto, se ha redactado un "nuevo Marco de Orientación Universal" que estará disponible a partir del 31 de mayo y se someterá a los líderes de la Iglesia, los grupos de víctimas y las partes interesadas para un período de comentarios públicos antes de su aprobación final a finales de este año.
Un Fondo con aportes de las Conferencias Episcopales
Siguiendo las indicaciones del Papa, que alabó el trabajo de la Comisión para limar asperezas en los países más pobres, donde las víctimas "sufren en silencio" porque no tienen recursos para denunciar y obtener ayuda, se ha creado un Fondo con aportes de las Conferencias Episcopales. El objetivo es ofrecer programas de capacitación para garantizar un mayor acceso a la formación y la asistencia a las víctimas, sus familias y las comunidades de las zonas más pobres del mundo. El programa piloto se firmó con la Iglesia de Ruanda y, para salvaguardar el fondo, se aprobó un protocolo de desembolso financiero para regular el uso de las contribuciones donadas como parte de un programa de desarrollo de capacidades. El nombre es Memorare.
Acuerdos con el GHR y el Dicasterio para la Evangelización
Desde entonces, la Comisión ha firmado varios acuerdos. Uno de ellos es la asociación con la Fundación GHR de Estados Unidos, que se comunicó por primera vez a la Comisión en diciembre del año pasado, para llevar a cabo un programa destinado a proporcionar consultores regionales expertos en salvaguardia. El Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral ya había utilizado una colaboración similar con la GHR para ayudar a la respuesta de la Iglesia a la pandemia del Covid-19. Junto con la Comisión Pontificia para la Protección de Menores, el GHR supervisa el reclutamiento, la contratación y el pago directo del personal regional. Todos los asesores estuvieron presentes en la sesión plenaria y asistieron también a la audiencia con el Papa.
El otro acuerdo de cooperación es el firmado el 21 de abril con el Dicasterio para la Evangelización, con el fin de promover los objetivos de protección a través del trabajo de la oficina vaticana que supervisa la vida de la Iglesia en más de la mitad del territorio mundial. La plenaria encargó "un estudio en profundidad sobre la cuestión de la vulnerabilidad en sus diversas formas, a fin de dotar a las entidades eclesiásticas de medidas sólidas para combatir este ámbito emergente de abusos".
Informe anual sobre políticas y procedimientos de salvaguardia
También durante la reunión se revisó el marco del Informe Anual sobre Políticas y Procedimientos de Salvaguarda en la Iglesia, solicitado por el Papa en abril de 2022 y reiterado en la última audiencia. "El plan -se lee en la nota de la Comisión- adopta una metodología de diseño centrada en el ser humano que se enfoca en cómo las necesidades de las víctimas y supervivientes pueden ser priorizadas y abordadas en los mecanismos de información de la Iglesia, con el objetivo de ofrecer propuestas al Santo Padre sobre cómo abordar las lagunas".
Otras novedades incluyen el trabajo en una herramienta de auditoría que se utilizará para "evaluar la adecuación de las directrices para la salvaguardia de las iglesias locales" y también estrategias para responder con prontitud al llamamiento de Francisco para combatir los males del abuso de menores en Internet. Por último, un plan estratégico quinquenal que identifique objetivos, metas e indicadores de rendimiento para medir los progresos y responsabilizar a las partes interesadas.
O'Malley: Comprometido a lograr lo que ha pedido el Papa
"El Santo Padre nos ha pedido mucho y todos estamos comprometidos a cumplirlo", afirma O'Malley, subrayando que estos avances representan "un cambio importante hacia una dirección de la Comisión más centrada en el impacto". Una "dirección abrupta y rápida para todos nosotros", afirma el cardenal. "Este ritmo acelerado de los últimos seis meses ha provocado dolores de crecimiento, ya que hemos intentado responder a las necesidades tanto a corto como a largo plazo". En la sesión plenaria, "se hicieron algunos ajustes en nuestra metodología de trabajo, con el fin de clarificar nuestros diferentes papeles y crear un sentido de propiedad común de nuestro mandato y de nuestra responsabilidad colectiva en su implementación". "Hemos buscado los recursos necesarios", concluye O'Malley, "para responder adecuadamente y confiamos en el plan que hemos trazado y en las personas que trabajan con nosotros".
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