Santa Sede en la OEA: “La crisis de Nicaragua es preocupante"
Vatican News
“La crisis de Nicaragua es especialmente preocupante. Afecta tanto a personas como a instituciones, incluidos los católicos y la Iglesia católica”. Son las palabras de Monseñor Mirosław Wachowski, Subsecretario para las Relaciones con los Estados y Jefe de la Delegación de la Santa Sede en el 53º Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
El representante vaticano explicó que “un ejemplo destacado es el injusto encarcelamiento de Monseñor Rolando Álvarez”. Wachowski reiteró la convicción de la Santa Sede sobre la necesidad de superar la lógica partidista y de trabajar constantemente juntos por el bien común. “Esto -prosiguió- incluye la búsqueda concreta de la paz, que se funda en la verdad, la justicia, la libertad y el amor, y se alcanza mediante el ejercicio paciente del diálogo”.
“La Santa Sede -dijo Wachowski- sigue de cerca los distintos escenarios en América, y es plenamente consciente de los trágicos y grandes desafíos humanitarios que llevan a muchos a abandonar sus hogares en busca de un futuro”.
Continúa la persecución a la Iglesia católica en Nicaragua
En la nación centroamericana, el Seminario Propedéutico San Juan Pablo II decidió cerrar sus actividades debido a la presión ejercida por el gobierno contra la Iglesia. La resolución fue tomada por falta de fondos, pues se presume que el régimen bloqueó las cuentas bancarias de organizaciones eclesiásticas y de sacerdotes.
Una mirada hacia la realidad en Haití
El Jefe de la Delegación de la Santa Sede mencionó también la dramática situación de Haití, “cuya actual crisis política y social está aplastando las esperanzas de su pueblo”. Manifestó que el Vaticano “aprecia los esfuerzos que está realizando la OEA para responder a esta acuciante necesidad a través del Grupo de Trabajo sobre Haití, en el que participa a través de su Misión Permanente en el grupo de asistencia humanitaria”. Y manifestó el apoyo a su determinación de promover la ayuda necesaria a través de los organismos católicos locales de asistencia.
Por último, el Prelado valoró a la OEA “como institución regional que facilita el diálogo y la colaboración entre los Estados miembros para satisfacer las necesidades de los habitantes de este continente y promover sus derechos humanos fundamentales universalmente reconocidos”.
“La Santa Sede -finalizó- renueva su compromiso de seguir estableciendo puentes de diálogo y entendimiento, en beneficio de los más débiles y de quienes viven en situaciones de marginación, y de dar voz a los que no la tienen o son silenciados, para que todos puedan sentirse miembros de la única familia humana, de la que todos formamos parte”.
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