Premio Nobel de Paz, Santos: “No hay conflictos que no se puedan solucionar”
Johan Pacheco - Ciudad del Vaticano
Para el premio Nobel de Paz 2016, Juan Manuel Santos, la prioridad en la búsqueda de la paz y la superación de los conflictos que vive la humanidad debe empezar por fomentar “diálogos contractivos”. Estas fueron parte de sus valoraciones en el Encuentro Mundial de la Fraternidad Humana que se efectuó el 10 junio en el Vaticano.
Juan Manuel Santos fue presidente de Colombia desde 2010 hasta 2018, y el Premio Nobel de Paz le fue otorgado en el 2016 por sus esfuerzos para superar la guerra civil en su país. También recibió el Premio “Lámpara de Paz”, en Asís – Italia.
En entrevista con Vatican News, manifiesta su deseo que este encuentro de entre Premios Nobel y representantes de la ciencia, la cultura, el arte y la religión, motiven a que “los líderes mundiales en los países, en lugar de estar compitiendo por poder, se sienten a dialogar y a cooperar porque es la única forma de resolver estos problemas existenciales”.
Entre los principales conflictos mundiales detalla: el cambio climático, el arsenal nuclear, las pandemias, la manipulación de la tecnológica, entre otros.
Y considera importante asumir los llamados del Papa Francisco para construir la paz, principalmente dice: “sus escritos sobre la paz con la naturaleza, con el medio ambiente, eso en este momento cuando estamos viendo que en el mundo el cambio climático está haciendo cada vez más estragos, creo que ese llamado es especialmente importante”, dice.
En su mensaje para la paz, desde su experiencia en los procesos de paz en Colombia, recuerda: “a mí me enseñó que no hay conflictos que no se puedan solucionar y creo que con esa mentalidad podemos solucionar muchos de los conflictos, de los muchos conflictos que hoy existen en el mundo”.
Consultado sobre el Sínodo de la Iglesia Católica, considera que es otra oportunidad para fomentar desde la Iglesia el “diálogo constructivo”, y explica que: “por diálogo constructivo quiero decir sentarse no a imponer un punto de vista sino aprender del contrario, eso es lo que el mundo necesita”.
Expectativas sobre este Encuentro Mundial de la Fraternidad Humana, ¿cuál es el compromiso actual por la paz?
Pues mira, yo creo que este primer festival por la Fraternidad Humana se realiza en un momento muy oportuno, el mundo lo que necesita es fraternidad, es el diálogo constructivo, es cooperación. Porque tenemos por delante una serie de retos existenciales, el cambio climático, el arsenal nuclear, las pandemias. Últimamente, ha salido como un problema existencial, la tecnología disruptiva, la inteligencia artificial, y por eso este encuentro que hace un llamado a la fraternidad, al diálogo constructivo, es muy, muy oportuno y lo que esperamos es que sirva para que los líderes mundiales en los países en lugar de estar compitiendo por poder se sienten a dialogar y a cooperar porque es la única forma de resolver estos problemas existenciales.
De los escritos del Santo Padre, el Papa Francisco, y de sus tantos llamados por la paz, ¿qué debemos tomar para invitar y a alcanzar esa paz?
Pues todos, pero yo personalmente en este momento sus escritos sobre la paz con la naturaleza, con el medio ambiente, eso en este momento cuando estamos viendo que en el mundo el cambio climático está haciendo cada vez más estragos, creo que ese llamado es especialmente importante.
La Iglesia vive el camino sinodal. Le quisiéramos preguntarle también ¿qué debe cambiar la Iglesia para ser más iglesia?
No creo que yo sea el más indicado para decirle a la Iglesia cómo deben irse reformando y mejorando, la Iglesia tiene la suficiente sabiduría para encontrar los caminos de un permanente ejercicio de superación.
En octubre va a realizar una asamblea sinodal, donde se reúnen laicos y obispos de todo el mundo, ¿qué espera de este Sínodo?
Que simplemente por el poder que tiene la Iglesia y la capacidad de llegarle a tanta gente que fomenten lo que aquí estamos tratando de fomentar, el diálogo constructivo. Y por diálogo constructivo quiero decir sentarse no a imponer un punto de vista, sino aprender del contrario, eso es lo que el mundo necesita. La polarización lo que hace es que convierte las democracias en sistemas inefectivos para resolver los problemas a la gente, por eso el diálogo constructivo que la Iglesia puede fomentar viene como anillo al dedo.
Finalmente, un mensaje para alcanzar la paz…
Hay que encontrarse con los contrarios a aprender de ellos y buscar comunes denominadores. Por eso yo decía después del proceso de paz colombiano, que a mí me enseñó que no hay conflictos que no se puedan solucionar y creo que con esa mentalidad podemos solucionar muchos de los conflictos, de los muchos conflictos que hoy existen en el mundo.
Declaración por la Fraternidad Humana
Junto a otros premios Nobel que participaron del Encuentro Mundial por la Fraternidad Humana, firmaron en la Plaza de San Pedro una declaración: “Queremos gritar al mundo en nombre de la fraternidad: ¡Nunca jamás guerra! Es la paz, la justicia, la igualdad lo que guía el destino de toda la humanidad. ¡No al miedo, a la violencia sexual y doméstica! No más conflictos armados. Acabemos con las armas nucleares y las minas terrestres. No más migraciones forzadas, limpiezas étnicas, dictaduras, corrupción y esclavitud. Detengamos el uso manipulador de la tecnología y de la inteligencia artificial, antepongamos el desarrollo tecnológico y abonémoslo a la fraternidad”.
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