Una Iglesia sinodal es transparente y va contra el egoísmo
Antonella Palermo – Ciudad del Vaticano
El cardenal jesuita Jean-Claude Hollerich, arzobispo de Luxemburgo y relator general de la próxima asamblea general del Sínodo de los obispos, explica el valor del Instrumentum laboris presentado este 20 de junio.
En una entrevista concedida a los medios de comunicación vaticanos, reitera la necesidad de encontrar un nuevo lenguaje para hablar de Dios a las personas concretas de nuestro tiempo. Reflexiona sobre la dinámica de los abusos en la Iglesia y cómo disminuir la extensión de esta llaga. Se centra en los aspectos concretos de la actitud "sinodal" y recuerda que las mujeres deben participar plenamente en la vida de la Iglesia, porque "incluso los párrocos y los cardenales pueden hacer café...".
Eminencia, leemos en el “Instrumentum laboris” que "no anula ni absorbe" toda la riqueza de las etapas del camino sinodal. ¿En qué consiste el dinamismo que quiere imprimir a la Iglesia?
Es el dinamismo de la Iglesia viva. Un documento es sólo un reflejo. Tuvimos el sínodo en las pequeñas comunidades, en las parroquias, en las diócesis: hay una riqueza extraordinaria. Evidentemente, cuando hacemos un resumen de todo esto, se empobrece un poco, pero creo que todo el mundo sigue sintiendo [esta riqueza, ndr] y se encuentra en las palabras del Instrumentum laboris.
¿Cómo se hace para evitar un lenguaje divisivo?
Queremos ser fieles servidores del Pueblo de Dios y transmitir lo que hemos oído. Digo "nosotros" porque son muchas las personas que han colaborado en ese documento de trabajo. Porque se trata de un documento de trabajo, no de una síntesis. Es como los Ejercicios Espirituales de San Ignacio: un texto que se debe vivir, no es sólo un texto para leer.
En el que entrenarse continuamente, en definitiva...
Sí. No queríamos dar un texto bonito enriquecido con la intervención de los padres sinodales, que luego se cambiara un poco y se votara al final. Queríamos hacer un texto con preguntas para la reflexión, reflexión que debe formar parte de esa conversación en el Espíritu, de esa escucha del otro, encontrando respuestas en lo que el otro dice.
¿Cuál es la pregunta que más le "inquieta"?
Soy europeo... "¿Cómo podemos dar el rostro de Jesús a la gente?", esto. Porque creo que a menudo la gente ve a Jesús con mucha simpatía, pero no reconoce a Jesús en la Iglesia. Entonces, ¿cómo expresar toda la bondad de Jesús, toda la santidad de Jesús, sin abolir la doctrina de la Iglesia? Creo que ésta es la tarea más importante.
Una de las palabras clave del camino sinodal es participación: ¿cuál es la nueva señal relativa a las mujeres en la composición de la Asamblea General?
Creo que es normal que haya mujeres. Igual que el Bautismo es nuestro sacramento fundamental, la dignidad del Bautismo creo que es la misma para las mujeres que para los hombres. Tenemos que hablar de las mujeres.
Escuchar lo que las mujeres tienen que decir a la Iglesia es fundamental. Afortunadamente, vivimos en una sociedad en la que la dignidad de la mujer se considera muy alta. En la Iglesia tenemos a María Magdalena, apóstol de los apóstoles. Ahora estoy leyendo un libro sobre las mujeres en la Edad Media. Este libro es muy inteligente porque muestra que las mujeres tenían tareas muy fuertes en la Edad Media y que poco a poco, con los hombres que escribieron la historia, fueron olvidadas.
¿A qué cree que se debe?
La crisis de los abusos ocupa un lugar destacado en el Instrumentum. Cómo puede la Iglesia recuperar la credibilidad a este respecto?
A veces en la Iglesia más clerical, digamos, la gente no se atreve a enfrentarse a la jerarquía, pero no enfrentarse a la jerarquía significa encubrir el pecado y hacer daño a las víctimas. Las víctimas deben ser siempre la primera preocupación de la Iglesia. En una Iglesia sinodal siempre habrá abusos, desgraciadamente creo que los hay, pero el número será mucho menor porque en una Iglesia sinodal hay cierta transparencia, se ve lo que se hace...
¿Cómo afecta la celebración de un Sínodo sobre la sinodalidad a la construcción de una paz justa?
La paz justa es la única paz posible. Sin justicia no hay paz. Vemos lo difícil que es una paz justa en el conflicto de Ucrania, pero también en Siria y en otros conflictos, en Sudán... No podemos estar cerca de Dios sin estar cerca de la gente que sufre. Hoy la gente sufre terriblemente por la guerra.
A propósito del Día Mundial de los Refugiados, me gustaría preguntarle qué opina del trágico naufragio en Grecia, el mayor del Mediterráneo...
Me siento muy mal. No es sólo esta nave... Cada semana, cada mes, muere gente en el Mediterráneo. Nos hemos acostumbrado a estas noticias. [Sólo nos damos cuenta, ndr] cuando una nave más grande aparece en los titulares. Eso duele. Y cuando veo también la política de la Unión Europea... duele. Porque hablamos de valores europeos, pero sólo son para los ciudadanos de la UE. Para los demás esos derechos no existen.
Es muy grave lo que está ocurriendo hoy. La Iglesia de Jesucristo debe estar siempre comprometida con los más pobres, con los refugiados. Están aumentando, el mayor número no está en Europa, pero debemos hacer algo, debemos ayudar.
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