Jóvenes cordobeses hacia la JMJ: Estamos llamados a no quitarnos la camiseta de la fe
Sebastián Sansón Ferrari - Ciudad del Vaticano
Con el mate debajo del brazo, unas camisetas distintivas de la Jornada Mundial de la Juventud Lisboa 2023 y una sonrisa, unos 40 jóvenes de la Arquidiócesis de Córdoba, Argentina, se reunieron con el Santo Padre en la Sala Clementina del Palacio Apostólico en la mañana de este domingo 16 de julio. Ha sido un regalo que no esperaban, como reconoce el seminarista Ignacio Loza, uno de los miembros de la comitiva que realiza una peregrinación a Roma y otras ciudades europeas antes de viajar a la JMJ.
Feliz y agradecido, al igual que los demás chicos, también comparte la emoción por el reciente anuncio de la creación como cardenal de su arzobispo, Monseñor Ángel Sixto Rossi SJ. "Es un gran pastor que valoramos mucho, que nos acompaña y nos guía en este tiempo. De a poquito vamos leyendo y conociendo su nueva tarea. Él se siente llamado a acompañar a los sacerdotes", dice el cordobés.
El futuro sacerdote destaca las palabras del Papa Francisco, quien en su discurso les recordó que se están preparando para "jugar un mundial" muy especial, porque se trata de un encuentro amistoso "en el que no hay vencedores ni vencidos, sino que ganamos todos". Asimismo, resalta la importancia del llamamiento a no quitarse la camiseta de la fe, del servicio, del amor. Asegura que están invitados a ser cercanos a las personas más vulnerables, tener el oído de la fe bien atento a la realidad.
Los integrantes de la delegación, divididos en diversos grupos, recorrerán sitios como Lourdes, a los que llevan consigo las intenciones de muchos compaisanos que viven situaciones difíciles, por quienes rezarán con fervor. En la Ciudad Eterna, verán, como les expresó el mismo Papa Francisco, "las huellas de muchos cristianos que siguieron a Cristo hasta el final, de muchos santos y santas que dieron su vida por Él en distintos momentos de la historia". Y eso les permite aprender que, "en el equipo de Cristo, el partido se juega hasta el último minuto, y no nos podemos distraer ni hacer goles en contra", añadía Francisco en su saludo.
Luego de impartirles la Bendición Apostólica, Francisco saludó individualmente a cada uno de sus compatriotas. Apenas vio al entrevistado, le preguntó si era seminarista, le pidió que escuchara mucho al obispo, que se dejara guiar. "Le pude dar gracias", comenta. Loza asegura que Bergoglio ha cambiado su vida y la de tantas otras personas, por sus palabras y sus acciones.
A quienes no pueden participar la Jornada de manera presencial por distintas razones, el futuro presbítero enfatiza que "la peregrinación se vive desde todo lugar" pues "Jesús está principalmente en el corazón del hermano". Por tanto, anima a todos a seguir el evento desde sus respectivos países y permanecer abiertos a las mociones del Espíritu Santo.
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