Marengo: Atesoraremos la visita del Papa Francisco a Mongolia
Vatican News
El cardenal Giorgio Marengo, Prefecto apostólico de Ulán Bator, ha expresado su gratitud y sorpresa por el viaje apostólico a Mongolia del 1 al 4 de septiembre. En la mañana del viernes 7 de julio, el purpurado –tal como informa la agencia Fides – presentó e ilustró en Ulán Bator el programa, el logo y el lema del viaje papal, difundidos por la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
En una reunión a la que asistieron de los misioneros presentes en Mongolia, el Prefecto apostólico recordó el alcance y las numerosas inspiraciones de la que será la primera visita de un Papa al país, donde actualmente hay unos 1.500 católicos bautizados. El cardenal – se lee en un informe de la reunión difundido por la Prefectura apostólica en Ulán Bator – recordó que el Papa Juan Pablo II tenía previsto visitar Mongolia en el 2003, cuando los planes fueron cancelados debido al empeoramiento de su estado de salud.
El cardenal también quiso recordar la labor del obispo que le precedió en Ulán Bator y de quienes, en las últimas décadas, han participado en el renacimiento de la Iglesia católica en Mongolia: "Estamos recogiendo los frutos de la gran labor misionera de monseñor Wenceslao Padilla (fallecido de un infarto en septiembre de 2018, ed.) y de muchos otros misioneros, y nos estamos preparando – también en su nombre – para este acontecimiento histórico".
Esperar juntos
Durante la reunión también se explicaron los significados del logo y el lema del viaje, “Esperar juntos”.
El cardenal se detuvo en las implicaciones de la visita relacionadas con el diálogo con otras comunidades religiosas, en un país predominantemente budista donde la Iglesia católica sólo empezó a florecer de nuevo hace treinta y un años.
Durante el viaje, el Papa también se reunirá con trabajadores implicados en obras de caridad e inaugurará oficialmente la Casa de la Misericordia, un refugio con una clínica destinada a satisfacer las necesidades inmediatas de las personas sin hogar y las víctimas de la violencia doméstica.
La Casa de la Misericordia
“La Casa de la Misericordia – reza el comunicado de la Prefectura apostólica – representa uno de los primeros grandes proyectos lanzados por la Iglesia católica autóctona en un país donde las obras misioneras han sostenido la fe. Y ciertamente – observó el cardenal Marengo – la Iglesia en Mongolia podrá atesorar la experiencia de acoger al Sucesor de Pedro, creciendo en ese sentido genuino de ser un solo cuerpo, bien arraigado en el país".
Gracias por haber leído este artículo. Si desea mantenerse actualizado, suscríbase al boletín pulsando aquí