Pizzaballa: La púrpura, una invitación a la reconciliación en Tierra Santa

Benedetta Capelli- Ciudad del Vaticano

Al estilo del Papa Francisco, los futuros cardenales fueron tomados por sorpresa por la lista leída al final del Ángelus. Veintiún nuevos cardenales, 18 electores y tres mayores de 80 años, supieron que habían sido llamados a un exigente servicio en la Iglesia. El próximo 30 de septiembre se celebrará el Consistorio ordinario para la creación de las nuevas púrpuras, cuya procedencia, explicó el Papa, expresará la universalidad de la Iglesia.

La Iglesia Madre de Jerusalén

También sorprendió Su Beatitud Pierbattista Pizzaballa, Patriarca latino de Jerusalén desde el 24 de octubre de 2020. Contactado por Vatican News habla de "una gran sorpresa", pero en el gesto del Papa ve "un signo de atención de la Iglesia de Roma por la Iglesia Madre, la Iglesia de Jerusalén". Pizzaballa subraya que esta Iglesia particular tiene "la vocación a la universalidad, al diálogo, al encuentro", pero también tiene "la misión de llamar a todos los cristianos y no cristianos sobre todo a la reconciliación". La púrpura es, por tanto, para Pizzaballa "una invitación a continuar por este camino".

La acción de gracias en el Santo Sepulcro

Tras el anuncio del Papa, los frailes se reunieron en el Santo Sepulcro para un Te deum de acción de gracias.

Las palabras del Patriarca llegan tras días de graves tensiones por la violencia desatada en Yenín tras una operación militar israelí, con cerca de tres mil palestinos huyendo del campo de refugiados en el norte de Cisjordania, y con numerosas víctimas. Una tensión recordada también este domingo por el Papa, que pidió que se reanude el diálogo y se abran vías de reconciliación y de paz.

Franciscano en Tierra Santa

Su Beatitud Pierbattista Pizzaballa, de 58 años, nació en Cologno al Serio, en la provincia de Bérgamo, el 21 de abril de 1965. A los 24 años hizo la profesión solemne en la iglesia de San Antonio de Bolonia y fue ordenado sacerdote al año siguiente. Además de italiano, conoce el hebreo moderno y el inglés. En 1995, editó el Misal Romano en hebreo y tradujo varios textos litúrgicos en hebreo para las comunidades católicas de Israel. El 2 de julio de 1999 entró formalmente al servicio de la Custodia de Tierra Santa. Tras varios nombramientos, el Papa Francisco le nombró Patriarca Latino de Jerusalén el 24 de octubre de 2020.