Cambio de guardia en la dirección de Civiltà Cattolica
Alessandro De Carolis - Ciudad del Vaticano
Una revista "única en su género", la definió Francisco el pasado mes de junio. Que ha atravesado "un momento extremadamente complejo y lleno de acontecimientos para la vida del mundo". Que quiere "ser una revista capaz de hablar a todos" en "un mundo dividido, herido y necesitado de sanación, paz y reconciliación". En este mosaico de esperanzas e intenciones ha tenido lugar hoy, 14 de septiembre, el cambio al frente de Civiltà Cattolica, la revista jesuita italiana fundada en 1850 y dirigida desde hace 12 años por el padre Antonio Spadaro -nombrado hoy por el Papa nuevo subsecretario del Dicasterio para la Cultura y la Educación- y que a partir del próximo 1 de octubre será confiada a la dirección del padre Nuno da Silva Gonçalves.
Padre da Silva Gonçalves: una revista que habla de esperanza
El nuevo director de la revista, nombrado hoy por el Superior General de la Compañía de Jesús, P. Arturo Sosa Abascal, se ha dirigido inmediatamente en una nota a los suscriptores y lectores que están, escribe, "en el centro de nuestro trabajo diario y forman una comunidad con la que deseamos estrechar lazos y profundizar en el conocimiento mutuo". Civiltà Cattolica, asegura el padre da Silva Gonçalves, quiere ofrecer "precisamente a todos, un mensaje de esperanza, comprometiéndose en una lectura cristiana del mundo de hoy y con la mirada puesta en el futuro".
Padre Spadaro: años muy hermosos vividos
En el número 4158 de Civiltà Cattolica, que sale el próximo sábado, aparecen las palabras de despedida del padre Spadaro, bajo cuya dirección la revista jesuita ha atravesado algunos hitos históricos, como la publicación del número 4.000 y la celebración del 170 aniversario del título. "Dejo mi compromiso con una enorme gratitud por la experiencia vivida", escribe el director saliente, y "paso el testimonio con un cierto alivio, pero también con un toque de nostalgia por una tarea apasionante que me ha permitido vivir años y relaciones muy hermosas con mis hermanos jesuitas de la redacción y de todo el mundo -más de 200-, que han trabajado duro para hacer de La Civiltà Cattolica una revista verdaderamente especial".
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