La segunda 'Lectio Petri': para el Evangelio nadie es nunca extranjero
Marina Tomarro - Ciudad del Vaticano
"El cristianismo, por su propia naturaleza, es inclusivo y no excluyente, pero la tentación de la Iglesia primitiva fue aceptar a los diferentes sólo haciéndolos iguales, y en cambio este asunto bastante atormentado llegó a su fin con el Concilio de Jerusalén, que dio como resultado precisamente esto: no es necesario que el otro cambie su identidad para entrar en el horizonte del cristianismo, Dios nos considera a todos iguales". Así explicó el cardenal Gianfranco Ravasi, fundador del "Patio de los Gentiles", el tema del segundo encuentro de la Lectio Petri promovido por el "Patio de los Gentiles" y la Fundación Fratelli tutti, titulado "Dios no hace acepción de personas", ayer por la tarde en la basílica de San Pedro. La velada se abrió con el saludo del cardenal Mauro Gambetti, arcipreste de la basílica papal de San Pedro.
Cardenal Ravasi: todos unidos en Jesucristo
"Cada uno de nosotros es amado por Dios en su unicidad, y en este sentido -explicó el cardenal Ravasi- Pablo dirá que a los ojos de la Iglesia y de la comunidad cristiana ya no hay distinción étnica, cultural y social, sino que existe una especie de base cultural sobre la que cada uno aporta su contribución y su identidad. Los paganos, es decir, los extranjeros como e llamaban entonces al los pueblos étnicos, a su manera, los cristianos de origen judío en otra, por lo tanto, sobre la base común perfiles diferentes, voces y testimonios diferentes, pero todos uniéndose en la única profesión de fe que es la de Cristo Jesús".
Fattorini: unidos en la diversidad
La actriz Beatrice Fazi puso voz a los pasajes de los Hechos de los Apóstoles, mientras que los dos ponentes de la velada fueron Emma Fattorini, profesora de Historia Contemporánea en la Universidad La Sapienza, y el cantautor Roberto Vecchioni. "Esta expresión Dios no hace acepción de personas, es muy hermosa porque nos habla de una igualdad radical", explicó Fattorini, "cuando leíamos los Hechos en mi juventud, donde se sentía mucho la influencia del postconcilio, les dábamos una visión también social, una igualdad también material, que ponía todo en común, y al final se conectaba con ser todos iguales como hermanos, naturalmente cada uno en sus diferencias, que luego representan la unicidad del ser humano, que encierra nuestro misterio". Grande es también la emoción de poder hablar bajo la Cátedra de Pedro, donde descansa el primer Papa. "Lo que más nos impresiona de Pedro es su humanidad", señaló el profesor, "y también en los episodios de los Hechos esa humanidad lo hace cercano a nosotros".
Vecchioni: Dios no hace las diferencias, las creamos nosotros
El cantautor Roberto Vecchioni destacó también la gran humanidad del apóstol: "Pedro no resulta ser perfecto como los demás", explicó Vecchioni, "es el que a veces no entendía lo que decía Cristo, el que le traiciona, es un hombre sencillo, pero al final no huye y tiene el valor de ser crucificado, al contrario, su final es sorprendente, por eso todos le queremos". Y sobre el tema de la Lectio subrayó: "Dios no hace preferencias, desgraciadamente son las personas las que las hacen", reiteró el cantautor, "hoy hemos llegado a una complejidad verdaderamente dramática de la historia. Ya nadie cree en los demás, el egoísmo está cada vez más extendido, sólo existe el defenderse a uno mismo y ya está. No existe la humildad para comprender que todo lo que logramos es transitorio, y eso significa no saber mirar más allá, hacia el futuro y hacia un final no definitivo y verdadero. También hemos tenido señales notables, como la caída del positivismo, donde creíamos que todo lo podíamos hacer con la ciencia y la razón y luego no fue así, y después el existencialismo, y estas cosas han dejado huella, por eso es necesario cambiar el rumbo y sentir que todos somos verdaderamente "hermanos".
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