Padre Small: Acompañar a las víctimas de abusos es fundamental
Vatican News
Es necesario crear "en los espacios de la Iglesia" una cultura de la protección y del cuidado especialmente en las relaciones "con los niños y las personas vulnerables"; al mismo tiempo la Iglesia llama, en unión con Jesucristo, "a acoger y acompañar a las víctimas y a los supervivientes en un camino de cuidado individual y comunitario". El Padre Andrew Small, secretario de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores, misionero oblato de María Inmaculada, se dirige a los Referentes Territoriales del SNTM (Servicio Diocesano para la Protección de Menores) con ocasión de su primer encuentro nacional organizado en Roma por la Conferencia Episcopal Italiana.
El trabajo en red, explica Small, es la clave para llevar a cabo la misión que les ha encomendado el Papa, que les pide a todos que sean necesarios y corresponsables y que desempeñen distintas funciones, precisamente por su ministerio de prevención y acompañamiento en la Iglesia, tanto en la acogida de las víctimas como en la organización de encuentros de formación. "Todas funciones muy importantes", subraya Small, y recuerda las palabras del apóstol Pedro para reiterar que se trata de "¡un sacerdocio santo, agradable a Dios!".
No perder nunca el amor al prójimo
Recogiendo algunos pasajes fundamentales del discurso que Francisco dirigió a los miembros de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores, recibidos en audiencia el pasado 5 de mayo, Small subraya cómo la necesaria responsabilidad espiritual de cada persona implicada en este camino, debe estar flanqueada por un estilo de trabajo "que se realice en la delicadeza hacia las personas, y en el cuidado en la aplicación de los procedimientos necesarios".
Por tanto, sigue siendo fundamental "la importancia de acompañar a las personas que han sufrido abusos", como sugiere el Papa. Small no deja de rechazar comportamientos que, en numerosas circunstancias, han puesto de relieve cómo "el enfoque de la pastoral pierde de vista su propia vocación a la autenticidad y al verdadero amor al prójimo frente a quienes han experimentado abusos cometidos por un miembro de la Iglesia". "Lo que es difícil de observar es que el instinto de los ministros y pastores es a menudo buscar el bienestar de la institución más que el de los que sufren", añade.
Que no se deje de hablar de abusos
La exhortación de Small es, por tanto, a resistir a los llamamientos de quienes quieren que "este período de ajuste de cuentas haya terminado" y "que dejemos de hablar de estos temas", mientras que el deseo, unido a la acción de gracias, dirigido a toda la audiencia, es permanecer siempre conscientes "de ser piedras vivas de Jesús y ejercer un santo sacerdocio, para poder afrontar el trabajo al servicio de la Iglesia con un sentido muy profundo de la responsabilidad".
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