Comunión, comunicación y caridad son las piedras angulares de Inter Mirifica
Benedetta Capelli - Ciudad del Vaticano
Ayer, 7 de noviembre, comenzó en Roma el Congreso Interuniversitario de tres días de duración sobre el tema: "60 años de maravillas. Historicidad y actualización del Decreto conciliar Inter mirifica", el documento promulgado el 4 de diciembre de 1963 por Pablo VI. Patrocinado por el Dicasterio para la Comunicación en colaboración con tres universidades pontificias de Roma: Santa Croce, Lateranense y Salesiana, el congreso pretende reproponer las novedades del documento a la luz de los medios de comunicación contemporáneos, cada vez más orientados por la lógica de la cultura digital.
En su primera reunión en la Universidad de la Santa Cruz, las reflexiones se centrarán en la perspectiva histórico-institucional, con intervenciones, entre otros, del profesor José María Díaz Dorronsoro, de la misma universidad, así como del profesor José María La Porte. Un texto enviado por el Prefecto del Dicasterio para la Comunicación, Paolo Ruffini, introduce los trabajos.
Una Iglesia que comunica la alegría del Evangelio
La invitación de Ruffini es a no perder la memoria del tiempo porque sirve para mirar la historia que se está escribiendo sobre todo en un mundo en la "hora oscura", como dijo recientemente el Papa Francisco, y cada vez más tecnológico. El prefecto nos invita a mirar no sólo a la tecnología sino "a la raíz de la fe", que marca la diferencia. Nos exhorta a abrazar el sentido de responsabilidad con el que está impregnada la Inter Mirifica, así como esa libertad de elección por la que está atravesada, volviendo siempre, sin embargo, a la raíz de todo. No hay comunicación", reza el texto de Ruffini, "si no hay comunión. Y no hay comunión si no hay comunicación. Una sola regla deberíamos tener para ser una Iglesia que comunica la alegría del Evangelio: la caridad. Una sola regla para comunicar: hacernos todo para todos. Es el amor el que nos hace miembros los unos de los otros".
Una comunicación que primero escucha y luego edifica
Para el prefecto, "Inter Mirifica nos ha mostrado un recorrido; no un menú. Los escollos de la comunicación actual son aún más difíciles de discernir que los enumerados hace 60 años. El mundo de la comunicación, incluso el llamado 'católico', no está exento de la contaminación de la desinformación (que junto con la calumnia, la difamación y la coprofilia constituye el pecado del periodismo según el Papa Francisco) y de la división. "Pero precisamente -escribe Ruffini- en este tiempo estamos llamados a redescubrir la comunicación que edifica, que pone en red, que parte del corazón, de la escucha del otro y de la palabra que bendice, que dice bien". De ahí la invitación a mirar la comunicación también con el empuje sinodal, Ruffini de hecho explica que parte del camino debe hacerse en silencio porque antes de comunicar hay que escuchar.
Una nueva sinergia
La perspectiva teológico-pastoral con referencia a las dimensiones teórica y práctica de la comunicación está en el centro de la conferencia de hoy, 8 de noviembre, en la Pontificia Universidad Lateranense. Intervendrán, entre otros, Nataša Govekar, directora de la Dirección Teológico-Pastoral del Dicasterio para la Comunicación de la Santa Sede. Finalmente, el último día del congreso, el 9 de noviembre, se celebrará en la Universidad Salesiana un debate sobre la actualización del documento conciliar en relación con los procesos de digitalización que han revolucionado el pensamiento comunicativo. Entre los ponentes estará monseñor Lucio Adrián Ruiz, secretario del Dicasterio para la Comunicación de la Santa Sede. Las universidades participantes -se lee en un comunicado- subrayan la importancia de la ocasión también para "trabajar en red" y "activar sinergias", como pide el papa Francisco en la constitución apostólica Veritatis gaudium sobre las universidades y facultades eclesiásticas.
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