Parolin: Hay que alentar las señales positivas de la COP28
Stefano Leszczynski – Dubái
Al término de la jornada de trabajo de ayer, 2 de diciembre, en la que el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin pronunció el discurso firmado por el Papa Francisco ante la asamblea de Jefes de Estado y de Gobierno, el purpurado hace un primer balance de los trabajos en curso en la COP28, la Conferencia de la ONU sobre el cambio climático de Dubái.
Atención a los más débiles
Entre los muchos temas que surgieron de los discursos de los líderes mundiales reunidos en Dubái, el que más se inspiró en las palabras del Santo Padre fue el de la responsabilidad ética de los países más desarrollados hacia los países con economías más frágiles y que a menudo se llevan la peor parte del cambio climático.
Para el cardenal Parolin, este "fue uno de los puntos principales de los discursos que tuvieron lugar durante la jornada, sobre todo en lo que se refiere al corte que es precisamente el del Papa Francisco.
Un aspecto ético que es muy importante porque supone una fuerte llamada a la responsabilidad de todos los líderes que están aquí, especialmente los de los países más desarrollados". Para el purpurado, esta tercera jornada de la cumbre "ha sido muy intensa y también muy rica en contenidos".
No cerrarse a los demás
"Incluso el llamamiento lanzado por el Papa Francisco a los líderes mundiales para que no se encierren en intereses personales, en intereses de grupo, o en intereses nacionales, parece haber sido asumido en nombre del bien común", subraya el cardenal secretario de Estado vaticano, "es el único criterio que verdaderamente puede permitir afrontar con seriedad y fruto también el fenómeno del cambio climático".
Primeros resultados positivos
Entre los primeros resultados que hay que admitir con satisfacción que está sin duda la puesta en marcha del Fondo para pérdidas y daños, destinado a ayudar a los países que sufren las consecuencias más graves del cambio climático. "Creo – explica el cardenal Pietro Parolin – que se trata de uno de los grandes signos de esperanza que, al menos hasta ahora, permite hacer un balance sustancialmente positivo de la Conferencia, aunque quede mucho camino por recorrer".
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