Ruffini: La comunicación puede ser un vehículo de inclusión
Antonella Palermo – Ciudad del Vaticano
Un ejemplo tangible de cómo la comunicación puede ser un vehículo de inclusión. Así lo afirmó Paolo Ruffini, prefecto del Dicasterio para la Comunicación, hablando, con motivo del 170 aniversario del Pío Instituto de Sordos de Milán, del proyecto “Nessuno escluso (Ninguno excluido). La persona sorda hoy entre accesibilidad y participación en la vida de la Iglesia", concebido durante el período de la pandemia y apoyado por esta realidad.
También estuvieron presentes en esta sede el subdirector del dicasterio vaticano, Alessandro Gisotti, y la hermana Veronica Donatello, consultora del mismo y responsable del Servicio de la Conferencia Episcopal Italiana para la pastoral de las personas con discapacidad.
Un modo para desear que la Iglesia y la sociedad sean más acogedoras
"La comunicación no debe excluir a nadie. No debe ni puede. Porque, al excluir, se contradice a sí misma, a su sentido más profundo, a su esencia", que reside en relacionar, en unir.
Así lo subrayó Ruffini, señalando que éste es uno de los pilares del magisterio del Papa Francisco, quien, por ejemplo, en la Jornada Mundial de la Juventud de Lisboa, repetía que la Iglesia abre la puerta a todos. Del mismo modo, explicó el prefecto, la iniciativa Ninguno excluido quiere ser una contribución para que la sociedad en su conjunto pueda ser más acogedora y capaz de hablar con todos y escuchar a todos.
Una comunicación inclusiva promueve la dignidad de las personas
Ruffini recordó las palabras de Francisco a los empleados del dicasterio del 12 de noviembre del 2022, cuando subrayó que la comunicación no es sólo un acto técnico, sino que requiere la implicación del corazón humano. El proyecto, por tanto, es una respuesta "a una necesidad cada vez más sentida".
Una prueba que se pudo verificar en momentos espirituales cruciales como la Navidad y la Pascua: ocasiones en las que se experimentó la posibilidad de poner en práctica una comunicación que "promueva la dignidad de las personas".
De cara al Jubileo del 2025 y con la esperanza de enriquecer aún más esta colaboración, el prefecto compartió que "tenemos mucho que aprender de aquellos que son más frágiles".
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