Czerny: En Cuaresma el cambio del mundo empieza por nosotros
"A través del desierto Dios nos guía hacia la libertad", este es el título del Mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma 2024, presentado esta mañana en la Sala de Prensa del Vaticano con el Cardenal Michael Czerny, Prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, en la mesa de oradores, de Emilia Palladino, licenciada en Física y profesora extraordinaria en la Pontificia Universidad Gregoriana, de don Andrea Cavallini, que en la diócesis de Roma se ocupa de la formación de catequistas y de itinerarios catequéticos, y del artista Mauro Pallotta, conocido como "Maupal".
Czerny: Ecología integral y fraternidad en el Mensaje
Es "un mensaje de libertad y para la libertad", comenzó diciendo el Cardenal Czerny. "En un tiempo en el que muchas, demasiadas, dificultades pesan sobre cada uno de nosotros, el Evangelio abre un camino en el desierto y nos anuncia que nuestra esclavitud ya ha terminado. El nuestro es un camino de fe, prosigue, "del que depende la posibilidad de la esperanza". Y "esperar significa a la vez confiar en Dios y mirar hacia adelante en la historia".
El prefecto cita al Papa, que observa en su Mensaje: "También hoy llega al cielo el grito de tantos hermanos y hermanas oprimidos. Preguntémonos: ¿Nos llega también a nosotros? ¿Nos sacude? ¿Nos conmueve?" y afirma que, aunque tradicionalmente la Cuaresma es tiempo de conversión personal, " la fraternidad es el mejor y más seguro horizonte para comprendernos mejor a nosotros mismos y a nuestra vocación de fieles y de ciudadanos".
Czerny subraya la presencia en el texto del Papa de los principales temas contenidos en las encíclicas Laudato si' y Fratelli tutti y comenta: "Aquí vemos que los paradigmas pastorales de la ecología integral, la fraternidad y la amistad social redefinen la evangelización, no porque el Evangelio cambie, sino porque la Buena Nueva debe ser recibida en este mundo roto. La tarea de toda comunidad cristiana en el período cuaresmal es acompañar "a todos sus miembros al corazón de los desafíos de nuestro tiempo".
"Los cambios que se esperan en el mundo comienzan con el cambio en cada uno de nosotros", concluyó el prefecto, recordando que "la vida y la fe están íntimamente unidas", que ya estamos en camino pero que debemos elegir avanzar y que esto es precisamente lo que está en el corazón del Mensaje del Papa Francisco para esta Cuaresma.
Cavallini: Dios trabaja por nuestra libertad
Para el padre Andrea Cavallini, la Cuaresma no nos pide cada año que seamos mejores o que recemos un poco más o que demos un poco más de limosna, sino que nos pide que seamos cristianos, que volvamos a ser cristianos. Su palabra clave es, de hecho, "conversión", afirma. "Cada año los Mensajes pontificios profundizan en un aspecto de la Cuaresma, es decir, en un aspecto de la conversión: este año el hermoso tema de la libertad, que es, de hecho, un tema radical". El primer lugar de falta de libertad es el corazón humano, y continúa: "Me viene a la memoria la maravillosa imagen que Platón utiliza en la República: los hombres son como prisioneros en una caverna, convencidos de que sólo existe lo que ven dentro de la caverna, ignorantes de la existencia de un mundo exterior. A menos que alguien los libere, les descubra otro mundo y se lo cuente, ni siquiera sospechan que están prisioneros". La buena noticia, prosigue, es que Dios trabaja por nuestra liberación.
Luego vuelve al sentido de la Cuaresma para decir que un acto de libertad es también preguntarse si sigue teniendo sentido, si es pertinente, si sigue interesando a alguien. Pablo VI lo hizo en 1965, constatando que la gente de su tiempo tenía dificultades para entenderlo. Para el P. Cavallini, la respuesta es que "sólo si la Cuaresma nos pone realmente en contacto con las cuestiones radicales de la vida, como la libertad y la esclavitud, y sólo si reaviva en nosotros el deseo de una vida mejor, entonces tiene sentido vivirla y proponerla".
Palladino: El peligro de que "el Éxodo se interrumpa
El discurso de la profesora Emilia Palladino se adentra en la realidad concreta del mundo de hoy. Dice del Mensaje de Francisco: "Refleja el deseo de pasar de un contexto de esclavitud a un contexto de libertad". Y añade: "Debemos admitir que es verdad. Casi parece mejor vivir dentro de una cárcel conocida, en el interior, todavía, que fuera, al aire libre, donde hay cambios que afrontar y la exigencia de un cierto coraje para evolucionar y trabajar" hacia un auténtico desarrollo integral.
El peligro advertido por Francisco - prosigue Palladino - de que "el Éxodo se interrumpa" es real. Y cita algunos datos que demuestran el crecimiento de las desigualdades en la actualidad: "Según la Organización Mundial de la Salud, en 2023, tres de cada diez personas no tendrán acceso a los servicios sanitarios esenciales y se estima que dos mil millones de personas tendrán que reducirse al hambre para hacer frente a los gastos relacionados con la atención médica y los medicamentos"; según la Oficina Internacional del Trabajo, en 2023, todavía hay 152 millones de niños y adolescentes víctimas del trabajo infantil; según un informe de las Naciones Unidas, en 2021, 28 millones de personas se verán obligadas a realizar trabajos forzados y 22 millones a contraer matrimonio forzado; por no hablar de la trata de seres humanos de la que oímos hablar casi a diario".
En este contexto, afirma Palladino, el peligro es ni siquiera hacer lo que es posible. "Esta Cuaresma, por tanto, puede ser también una 'conversión social' si, al ver la realidad tal como es, podemos actuar deteniéndonos y modificando lo poco que podamos, recuperando el aliento y la esperanza. Si aceptamos pensar, como dice el Papa, que "no estamos en agonía, sino en parto", entonces, concluye, podemos "acoger las sugerencias de cambio contenidas en este Mensaje y permitir así que la esperanza, por pequeña que sea, vuelva a caminar".
Maupal: Un lenguaje pictórico sencillo para conceptos profundos
El orgullo y el honor de poder representar a través de su arte las palabras del Papa para el próximo itinerario cuaresmal, se sienten en las primeras palabras de Mauro Pallotta, "Maupal", artista conocido por sus murales dedicados a Francisco alrededor del Vaticano, cuyas obras se han extendido desde entonces a diferentes partes del mundo, y ahora involucrado en algunos proyectos dentro de las cárceles.
En su discurso de clausura de la rueda de prensa, afirma: "He intentado sintetizar los profundos conceptos expresados por el Santo Padre a través de un lenguaje pictórico con un estilo sencillo y fácilmente legible, con la esperanza de no degradarlos nunca ni hacerlos superficiales o banales".
A continuación, describe su primera ilustración utilizada para el cartel que presenta el Mensaje y acompaña su título: A través del desierto Dios nos guía hacia la libertad: "He representado el desierto utilizando la imagen del Papa Francisco mientras empuja una carretilla que contiene un 'saco' de fe. Es un desierto de clavos que representan los ídolos antiguos y nuevos, todas nuestras prisiones. Estos obstáculos punzantes podrían perforar la rueda de goma de la carretilla, pero -concluye- siguiendo al Papa Francisco, que abre el camino con la fuerza de la fe, desaparecen: el camino se hace transitable para todos y la meta alcanzable".
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