Fratelli tutti, una patada contra la exclusión
L'Osservatore Romano
Con un "padrino" espiritual y social tan excepcional como la encíclica Fratelli tutti, el miércoles 28 de febrero jugarán juntos un partido de fútbol "fraterno" el equipo de Apulia Rinascita Refugees -formado por migrantes africanos- y un equipo que, organizado por el Dicasterio para la Cultura y la Educación, encuentra sentido y motivación precisamente en los contenidos de la "carta sobre la fraternidad y la amistad social" firmada por Francisco el 3 de octubre de 2020 -cuyo título también destaca en las camisetas-.
El miércoles por la mañana, en la audiencia general, el Papa se reunirá con la comunidad que se refiere a la cooperativa Rinascita, cuya sede está en Copertino, que trabaja en primera línea en diversos ámbitos sociales. Desde hace tres años, el fútbol se ha convertido en una oportunidad de acogida e inclusión para migrantes, refugiados y solicitantes de asilo, hasta el punto de que el equipo juega ahora en el campeonato de promoción (grupo b) y está a punto de disputar la final de la Copa de Italia de su categoría. Y en noviembre, en Roma, también ganó el torneo del proyecto inclusivo "Rete" para menores extranjeros no acompañados.
Y es precisamente esta experiencia inclusiva de vida y esperanza la que la cooperativa quiere compartir con el Papa el miércoles, señala el obispo de Nardò-Gallipoli, monseñor Fernando Filograna, que con don Antonio Bottazzo, director de la oficina diocesana para la pastoral de los migrantes, acompaña el camino de la cooperativa.
Tras el encuentro con el Papa, llega el partido -a las 16.30 en el campo de la Universidad "La Sapienza" de Tor di Quinto- con el equipo "Fratelli tutti" -la petición partió del propio equipo de emigrantes- formado por empleados del Vaticano, sacerdotes de la Curia Romana, sacerdotes y seminaristas que estudian en los Colegios Pontificios y en las Universidades Pontificias. El capitán será un invitado de Cáritas Roma: una elección que deja claro el proyecto. El entrenador-jugador será Don Miguel Cardoso, funcionario del Dicasterio para la Cultura y la Educación. El arbitraje correrá a cargo de los 'silbadores' del Centro Italiano de Deportes.
Un partido "con" y no "contra" -los equipos probablemente se mezclarán...- para dar simbólicamente "una patada al racismo y a la pobreza" explican los promotores. Asegurando que 'el resultado es realmente lo último que importa'."No importa quién marcará más goles, porque el gol decisivo se marca entre todos, el gol que hace ganar la esperanza y que da una patada a la exclusión", recuerda Francisco -precisamente en la víspera (20 de noviembre de 2021) del partido que jugarán los 'Fratelli tutti' con el equipo de la World Roma Organisation- invitando a vivir un estilo de deporte en el que "no hay barreras y que hace de la inclusión la simple normalidad".
Y es precisamente esta línea indicada por el Papa la que Athletica Vaticana, la asociación multideportiva oficial de la Santa Sede, lleva a cabo en muchos deportes y en colaboración directa con el Dicasterio para la Cultura y la Educación al que Francisco, en la Constitución Apostólica 'Praedicate evangelium', ha confiado el cuidado del deporte.
Existen, por tanto, dos entidades jurídicas vaticanas oficiales para el deporte: el Dicasterio para la Cultura y la Educación y Athletica Vaticana.
Este estilo integrador caracteriza también al equipo Rinascita Refugees, que sólo tiene tres años de vida.El equipo de fútbol está formado por refugiados y solicitantes de asilo de los 13 proyectos del "Sistema de Acogida e Integración" que gestiona en Salento la cooperativa social presidida por Antonio Palma. "Queremos romper barreras, hacer que la gente socialice y conozca historias, promover los derechos y la atención a estos temas, contar el mundo de la inmigración también a través del fútbol, contrarrestando las diversas formas de racismo", afirma el director deportivo Vincenzo Nobile, "alma" del proyecto.
El equipo está formado por jóvenes procedentes principalmente de Senegal y Gambia, pero también de Malí, Costa de Marfil y otros países africanos. "Diferentes culturas, religiones, etnias se encuentran, se conocen, se hacen amigos", explica Nobile. "El deporte, por tanto, como un intento de respuesta integradora a la tragedia de su viaje migratorio en busca de un futuro mejor, lejos de las guerras, la violencia, la persecución.Un futuro que, a través del trabajo, dé apoyo a los familiares que se han quedado en sus países de origen".
Creado con objetivos amateurs, en un abrir y cerrar de ojos el equipo -que ahora cuenta también con algunos italianos y se ha abierto a las llamadas "segundas generaciones"- lo ha ganado prácticamente todo. Ni siquiera ellos esperaban tanto éxito en tan poco tiempo.El punto de referencia es el entrenador Hassane Niang Baye, ex futbolista llegado de Senegal y ahora mediador cultural: no es casualidad que ganara el premio que lleva el nombre del histórico entrenador Emiliano Mondonico.
Y el entrenador Hassane fue el primero en darse cuenta de que uno de sus jugadores podía convertirse en profesional: ésta es la extraordinaria historia de Moustapha Elhadji Cissé, de 20 años, que llegó sin nada de Gambia y se fijó en él en 2022 -mientras jugaba con el Rinascita Refugees- los ojeadores del Atalanta.
En su debut en la Serie A, marcó el gol de la victoria ante el Bolonia.'Somos un milagro deportivo, pero sobre todo social', plantea Nobile.Y no ven la hora de contárselo al Papa Francisco 'porque todos, incluidos los musulmanes, sentimos su simpatía por las vicisitudes humanas de los migrantes y su 'grito' de justicia'.
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