Cristianos y confucianos pueden enriquecerse mutuamente
Joseph Tulloch - Ciudad del Vaticano
Estudiosos del confucianismo y del cristianismo de todo el mundo se reúnen en Taiwán para elaborar una hoja de ruta para el diálogo entre cristianos y confucianos. El encuentro, celebrado los días 8 y 9 de marzo, lleva por título "Los cristianos fomentan el diálogo con los confucianos: directrices y perspectivas" y ha sido organizado conjuntamente por el Dicasterio para el Diálogo Interreligioso y la Universidad Católica Fu Jen de Nuevo Taipei. El padre Paulin Batairwa Kubuya, subsecretario del Dicasterio, habló con Vatican News sobre el evento y las perspectivas para el futuro del diálogo.
La reunión de Taiwán es un "importante paso adelante
La conferencia que se celebra en Nuevo Taipei sigue la estela de varias reuniones en línea entre eruditos y expertos en confucianismo.El objetivo es elaborar unas directrices para el diálogo entre cristianos y seguidores de la antigua tradición china.Como explica el padre Paulin, la redacción de estas directrices es una "fase inicial" del proceso que precede al diálogo formal entre la Santa Sede y los representantes del confucianismo. Un comunicado de prensa del Dicasterio para el Diálogo Interreligioso calificó la reunión de "importante paso adelante", señalando que las directrices deberían servir de "valioso recurso" para las personas "tanto dentro como fuera de la Iglesia católica que pretendan entablar un diálogo con los seguidores del confucianismo".
Cristianismo y confucianismo, los puntos de contacto
El padre Paulin subraya los puntos de contacto entre el cristianismo y el confucianismo. "Son dos tradiciones sapienciales", dijo, "a las que, desde hace más de dos mil años, los creyentes buscan instrucción para sus vidas". En ambas, subrayó, existe "la idea de armonía, la idea de crear un mundo universal". De hecho, de esto ha hablado a menudo el Papa Francisco: de la idea de fraternidad que va más allá de las fronteras". La ética confuciana, prosigue el subsecretario, también comparte con el cristianismo un fuerte compromiso para "ayudar a las personas a comportarse, a ser buenos ciudadanos, a organizar sus vidas".
La controversia sobre los ritos y el peligro de malentendidos
A la pregunta de qué ocurre cuando no se logra el diálogo, el padre Paulin se refiere a la "Controversia de los ritos" del siglo XVII, en la que los misioneros católicos en China debatían si las tradiciones locales de veneración de los antepasados, que los chinos convertidos al cristianismo deseaban mantener, eran compatibles con la fe cristiana."En aquella época no había suficiente comprensión", añade el padre Paulin."Se entendía que veneraban a sus antepasados, y eso creaba problemas".Lo que hace falta, por tanto, es un verdadero esfuerzo por comprender otras religiones y culturas. Entre sus muchas ventajas, esto "puede ayudar a los cristianos de otros orígenes a apreciarlos mejor y a ver cómo pueden llevar consigo sus orígenes y vivirlos junto con su fe católica".
El futuro del diálogo católico-confuciano
El padre Paulin concluye la entrevista expresando sus esperanzas para el futuro del diálogo católico-confuciano."Espero que encontremos cada vez más católicos interesados", dijo, "que recen por el éxito de este trabajo y que sean capaces de apreciar su propio bagaje cultural".La esperanza es que la Iglesia pueda "mirar a sus vecinos confucianos, ver cómo podemos desarrollar una mejor forma de vivir juntos y cómo podemos enriquecernos mutuamente".
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