De Mendonça: Demos gracias a Dios por la inspiración de las JMJ

P. Pawel Rytel-Andrianik - Ciudad del Vaticano

Han pasado cuarenta años desde aquel 14 de abril de 1984 que vio la primera reunión en la Plaza de San Pedro de jóvenes que, llevando la Cruz en procesión, se dirigieron al Centro Internacional Juvenil San Lorenzo y participaron en la Santa Misa, concluyendo la jornada con la Adoración. Fue esa cita la que marcó el inicio de las Jornadas Mundiales de la Juventud, las llamadas JMJ, los grandes encuentros internacionales que reúnen a chicos y chicas de todos los continentes en torno al Papa en alguna ciudad del mundo. Iniciadas por San Juan Pablo II, han marcado las últimas cuatro décadas de la Iglesia. La última tuvo lugar en Lisboa en agosto de 2023 con el Papa Francisco; la próxima será en Seúl (Corea del Sur) en 2027, precedida por el Jubileo de la Juventud en Roma en 2025.

La procesión con la Cruz en la Plaza de San Pedro

Misa en el Centro San Lorenzo

Para celebrar el aniversario del primer encuentro en San Pedro, se celebró una Misa en el Centro San Lorenzo de Roma, presidida por el cardenal José Tolentino de Mendonça, prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación, que destacó en su homilía: "Hoy damos gracias al Señor por la gran inspiración que tuvo San Juan Pablo II al convocar las primeras JMJ. Demos gracias también por cómo las vivió el Papa Benedicto XVI y por cómo las vive el Papa Francisco, como un momento indispensable de la Iglesia".

Misa celebrada por el Cardenal de Mendonça en el Centro San Lorenzo

En los últimos años, subrayó el cardenal, las Jornadas Mundiales de la Juventud han dado muchos frutos: "Frutos de esperanza y de amor, frutos de juventud, de primavera en el corazón de la Iglesia". A continuación, recordó la invitación de Jesús a todos los jóvenes: " Vengan, toquen, vean, coman", para reiterar que: "Cristo es decisivo en la vida de la persona humana. La importancia de Cristo no es una verdad teórica abstracta, es algo que hemos tocado". El Cardenal de Mendonça señaló también que, durante la JMJ, los jóvenes de todo el mundo experimentan la alegría de ser creyentes, la alegría de realizar la fraternidad humana, de abrazarse, de rezar y adorar juntos, de escuchar, reír, llorar, de atesorar esta experiencia de Iglesia. "Esto transforma la vida, ha transformado la historia de los grandes y sigue transformando nuestra vida, nuestra historia. Cristo no quiere que seamos espectadores. Cristo quiere que seamos testigos. Y el testigo es el que dice 'he visto con mis ojos, he oído con mis oídos, he tocado'. Esto nos convierte en una Iglesia misionera, una Iglesia en salida".

"No se queden en el balcón...".

El cardenal Tolentino de Mendonça recordó entonces las palabras del Papa Francisco para estimular a los jóvenes: 'No se queden en el balcón viendo pasar la historia, sino pónganse en medio de la historia haciendo ruido.... Pero un ruido que no sea sólo ruido, sino buena noticia". También citó a Juan Pablo II cuando dijo "que los jóvenes son los primeros evangelizadores de otros jóvenes". "Cristo cuenta con ustedes para curar heridas. Cristo cuenta con ustedes para abrir nuevos horizontes. Cristo cuenta con ustedes para construir no una cultura de la muerte, sino una cultura de la vida", añadió el responsable del Dicasterio, concluyendo su homilía con una invitación a mirar a María, "presente en cada JMJ" y "punto de referencia que nos ayuda a mirar a Cristo".

Los "jóvenes" del primer encuentro estuvieron presentes

En la misa estuvieron presentes Gleison De Paula Souza, secretario del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida; la Comunidad Shalom, que se ocupa de la pastoral en la iglesia de San Lorenzo y también muchas de las personas que estuvieron presentes en el encuentro de 1984. La jornada terminó con una vigilia de oración y adoración de la Cruz y la catequesis "Levántate". Por la tarde del domingo 14 de abril, siempre con motivo del aniversario, el Centro San Lorenzo acogió la celebración de la Misa, a las 18.15 horas, presidida esta vez por el cardenal Lazarus You Heung-sik, Prefecto del Dicasterio para el Clero. A continuación, tuvo lugar un momento de testimonios.