El Papa en Asia y Oceanía. Cardenal Tagle: Las pequeñas Iglesias nos pueden enseñar
Por Gianni Valente y Fabio Beretta
Roma (Agencia Fides) - Cuatro naciones en dos continentes y casi 40.000 kilómetros. El avión papal despegará del aeropuerto de Fiumicino el próximo 2 de septiembre y comenzará la visita apostólica más larga y exigente del Papa Francisco, entre Asia y Oceanía. Pero el obispo de Roma no abandona su diócesis para batir récords. Para el cardenal Luis Antonio Gokim Tagle, el de Francisco es más bien “un acto de humildad ante el Señor que nos llama”. “Un acto de obediencia a la misión”.
A medida que se acerca el viaje que llevará al Papa Francisco a Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur, el Proprefecto del Dicasterio para la Evangelización (Sección para la primera evangelización y las nuevas Iglesias particulares), en una conversación con la Agencia Fides, también sugiere por qué el camino del Sucesor de Pedro entre las Iglesias de “pequeños rebaños” es importante para toda la Iglesia universal y puede interesar a todos aquellos que se preocupan por la paz en el mundo.
A sus casi 88 años, el Papa Francisco está a punto de emprender el viaje más largo y agotador de su pontificado. ¿Qué le mueve a emprender este “tour de force”?
CARDENAL TAGLE: Recuerdo que este viaje a Asia y Oceanía estaba planeado ya en 2020. Yo acababa de llegar a Roma, a la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, y recuerdo que este proyecto ya estaba sobre la mesa. La pandemia de Covid-19 lo paró todo. Me sorprendió mucho que el Santo Padre retomara la idea. Es un signo de su cercanía paternal a lo que él llama “periferias existenciales”. Digo la verdad: soy más joven que el Papa y siento que estos largos viajes son pesados. Para él, aceptar este esfuerzo es un acto de humildad. No es un demostración de lo que todavía es capaz de hacer. Como testimonio digo que es un acto de humildad ante el Señor que nos llama. Un acto de humildad y obediencia a la misión.
Algunos aseguran que este viaje confirma también que el Papa prefiere Oriente y descuida Occidente...
CARDENAL TAGLE: Esta idea de considerar las visitas apostólicas como un signo de que el Santo Padre “prefiere” un continente o una parte del mundo y desprecia otras es una interpretación falsa de los viajes papales. Tras este viaje, a finales de septiembre, el Papa tiene previsto visitar Luxemburgo y Bélgica. Ha visitado muchos países, incluidas muchas regiones de Europa. Me parece que con estos viajes quiere animar a los católicos en todos los contextos en los que se encuentran. Y también es importante tener en cuenta que la mayoría de la humanidad vive en estas zonas del mundo. Dos tercios de la población mundial están en Asia. La mayoría de estas personas son pobres. Y hay muchos bautismos entre los pobres. El Papa Francisco sabe que allí hay muchos pobres y, entre los pobres, existe esta atracción hacia la persona de Jesús y el Evangelio, también en medio de guerras, persecuciones y conflictos.
Otros señalan que los cristianos, en muchos de los países visitados por el Papa, son pocos en comparación al resto de la población.
CARDENAL TAGLE: Antes de realizar sus viajes, el Papa recibió invitaciones no solo de las Iglesias locales, sino también de autoridades civiles y líderes políticos que solicitaron formalmente la presencia del Obispo de Roma en su país. Quieren la presencia del Papa no solo por razones de fe, sino también por razones que conciernen a las autoridades civiles. Para ellos, el Papa sigue siendo un poderoso símbolo de la convivencia humana en un espíritu de fraternidad y del cuidado de la Creación.
Usted, como pastor perteneciente a la Iglesia de Filipinas y después como cardenal del Dicasterio misionero, ¿qué experiencias y encuentros ha tenido con los países e Iglesias que el Papa visitará en los próximos días?
CARDENAL TAGLE: En Papúa Nueva Guinea realicé la visita apostólica a los seminarios a petición del cardenal Ivan Dias, entonces Prefecto de la Congregación de Propaganda Fide. Hice dos viajes en dos meses, visitando los seminarios del Papúa Nueva Guinea y las Islas Salomón. También he visitado Indonesia y Singapur, pero nunca he estado en Timor Oriental, aunque me he encontrado muchas veces con obispos, sacerdotes, religiosos y laicos de ese país. Para mí, Asia es “un mundo compuesto de mundos diferentes” y, como asiático, veo que viajar a Asia abre la mente y el corazón a vastos horizontes de humanidad, de experiencia humana. El cristianismo también está encarnado en Asia de maneras que me sorprenden. Aprendo mucho sobre la sabiduría y la creatividad del Espíritu Santo. Siempre me sorprenden las formas en que el Evangelio se expresa y encarna en medio de diferentes contextos humanos. Mi esperanza es que el Papa, y también todos nosotros en el séquito papal e incluso los periodistas, podamos tener esta nueva experiencia, la experiencia de la creatividad del Espíritu Santo.
¿Cuáles son los dones que las comunidades eclesiales visitadas por el Papa en su próximo viaje pueden ofrecer a toda la Iglesia?
CARDENAL TAGLE: En esos países, las comunidades cristianas son casi en todas partes una minoría, “un pequeño rebaño”. En lugares como Europa, la Iglesia todavía disfruta de un cierto “estatus” de respeto cultural, social e incluso civil. Pero también en muchos países occidentales volvemos a esta experiencia de la Iglesia como un pequeño rebaño. Y puede ser bueno mirar a las Iglesias de muchos países de Oriente para ver cómo se comportan al encontrarse en esa condición, en ese estado de pequeñez. La experiencia de los primeros Apóstoles, de los discípulos de Jesús, se repite muchas veces en estos países. Un párroco en Nepal me dijo que el territorio de su parroquia tiene el tamaño de un tercio de Italia y solo tiene 5 feligreses repartidos en ese enorme territorio. Estamos en el año 2024, pero el contexto y la experiencia se parecen a los de los Hechos de los Apóstoles. Y las pequeñas Iglesias que viven en Oriente pueden enseñarnos.
La primera parada del viaje papal es Indonesia, el país con la mayor población musulmana del mundo.
CARDENAL TAGLE: Indonesia es una nación archipiélago y existe una enorme diversidad de situaciones a nivel cultural, lingüístico, económico y social. También es el país del mundo con mayor número de habitantes de religión musulma. Y el gran don del Espíritu Santo a la comunidad católica indonesia es el de una convivencia que no niega la diversidad. Espero que la visita del Papa dé un nuevo impulso a la fraternidad entre creyentes de diferentes religiones.
¿Usted ha podido experimentar signos concretos de esta convivencia fraterna durante vuestras visitas?
CARDENAL TAGLE: Me contaron que el terreno donde está la Universidad Católica fue un regalo del primer Presidente. Un mensaje contundente para mostrar que en el pueblo indonesio todos son aceptados como hermanos y hermanas. También recuerdo cuando participé en la Jornada de la Juventud en Asia. Dado el reducido número de cristianos, entre los voluntarios de la organización también había muchos jóvenes musulmanes. La Conferencia Episcopal me asignó dos asistentes, ambos musulmanes, a quienes vi desempeñando sus funciones con gran respeto hacia la Iglesia.
Segunda etapa. Papúa Nueva Guinea.
CARDENAL TAGLE: La Iglesia en Papúa Nueva Guinea es una Iglesia joven, pero ya ha dado a la Iglesia universal un mártir, Peter To Rot, que también fue catequista. Papúa Nueva Guinea es también un país multicultural, con varias tribus que, a veces, se enfrentan entre sí. Pero es un país donde la diversidad puede ser una riqueza. Si nos olvidamos de nuestras ideas preconcebidas, también en las culturas tribales podemos encontrar valores humanos cercanos a los ideales cristianos. En Papúa Nueva Guinea hay lugares donde la naturaleza no está contaminada. Hace dos años estuve allí para la consagración de una nueva Catedral. Le pedí agua al obispo y me dijo: “Podemos beber el agua del río, es potable”. Gracias a su sabiduría tribal han logrado mantener la armonía con la naturaleza y pueden beber directamente del río. Algo que nosotros en los llamados países desarrollados ya no tenemos.
Tercera etapa: Timor Oriental.
CARDENAL TAGLE: Es significativo que el Papa vaya a Indonesia y luego a Timor Oriental. Son dos países que tienen una historia de lucha y ahora están en paz. Una paz frágil, pero que parece duradera. Allí la relación entre la Iglesia local y el gobierno es muy buena. El gobierno local también apoya los servicios educativos relacionados con la iglesia. Y me parece que la Iglesia fue uno de los puntos de referencia para la población durante la guerra de independencia. El pueblo de Timor Oriental dice que su fe en Cristo los ha sostenido durante los años de lucha por la independencia.
Cuarta etapa: Singapur.
CARDENAL TAGLE: Es uno de los países más ricos del mundo y es una maravilla ver a un pueblo que ha alcanzado tal nivel de profesionalidad y vanguardia tecnológica en apenas unos años y con recursos limitados, gracias también a un sentido de disciplina. El gobierno de Singapur garantiza la libertad a todas las comunidades de creyentes y las protege de ataques y actos irrespetuosos. Las ofensas contra las religiones se castigan severamente. La gente vive segura y los turistas también. Pero se necesita equilibrio. La historia nos enseña a prestar atención para que la aplicación de las leyes no acabe contradiciendo los propios valores que las leyes se supone deben proteger.
También en esos países -especialmente en Papúa Nueva Guinea- la labor apostólica está marcada por historias de misioneros mártires. Pero, a veces, la labor de los misioneros sigue presentándose solo como una expresión del colonialismo cultural y político.
CARDENAL TAGLE: Ahora existe esta tendencia y esta tentación de leer la historia, especialmente la historia de las misiones, con los patrones culturales actuales e imponer nuestras visiones a los misioneros que vivieron hace siglos. Sin embargo, es necesario leer la historia con atención. Los misioneros son un regalo para la Iglesia. Obedecen al mismo Cristo que dijo a sus seguidores que fueran hasta los confines de la tierra a proclamar el Evangelio, prometiendo que estaría siempre con ellos. A veces, algunos líderes de las naciones llevaron misioneros a distintos lugares durante los procesos de colonización. Pero esos misioneros actuaron para evangelizar, no para ser manipulados y utilizados por los colonizadores. Muchos sacerdotes, misioneros y religiosos actuaron en contra de las estrategias de sus gobiernos y fueron martirizados.
¿Cuál es el misterioso vínculo que une siempre martirio y misión?
CARDENAL TAGLE: Hace dos años se publicó un estudio sobre la libertad religiosa. Había un hecho claro: en aquellos países donde había intimidación y persecución, el número de bautismos iba en aumento. Donde existe la posibilidad real de martirio, la fe se propaga. E incluso los que no son creyentes se preguntan: ¿de dónde viene toda esa fuerza que les lleva a ofrecer la vida? Es el Evangelio en acción. Y nuestro objetivo, también como Dicasterio para la Evangelización, es ayudar a las Iglesias locales, no imponer una mentalidad o una cultura diferente a la suya.
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