Fernández: Medjugorje, un río de bien aún en medio de las imperfecciones humanas
Salvatore Cernuzio - Ciudad del Vaticano
De los mensajes que hay que acoger «como textos edificantes» que pueden estimular una «bella experiencia espiritual» aunque no haya «ninguna certeza de que provengan de la Virgen», al «gran respeto» demostrado por los tres últimos Papas hacia «la extendida devoción» de Medjugorje. De las innumerables obras de caridad que han surgido en torno a esta experiencia espiritual, de las numerosas conversiones, confesiones, frutos de bien, a los «problemas» causados por las «imperfecciones humanas», a las impugnaciones internas (hay incluso quien ha llegado a definir el fenómeno como «demoníaco»).
Fue un largo y amplio discurso, que tocó la historia, la actualidad e incluso algunas experiencias personales, el que pronunció el cardenal Víctor Manuel Fernández, Prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, en una abarrotada Sala de Prensa vaticana, con motivo de la conferencia de presentación de la Nota «La Reina de la Paz». Nota de la que el Cardenal argentino recorrió el proceso, enumerando las luces y sombras de un acontecimiento que envuelve la espiritualidad de millones de fieles y a través del cual, como dijo, «Dios, en sus misteriosos designios, incluso en medio de las imperfecciones humanas, ha encontrado el modo de hacer fluir un río de bien y de belleza».
Problemas y obstáculos
El cardenal no dejó de recordar los importantes «problemas» que «en un pequeño porcentaje (5 o 6 diócesis)» en el mundo se han dado y que impiden «hablar sólo de efectos positivos» en Medjugorje. Señaló como «el punto más oscuro y triste», el largo «conflicto» entre los franciscanos rebeldes y los obispos y, con gran claridad, mencionó también el controvertido asunto del padre Tomislav Vlasic, famoso por ser considerado el «padre espiritual» de los seis videntes y luego, en 2009, destituido del estado clerical por diversos delitos.
La mirada de tres Papas
El cardenal miró el fenómeno de Medjugorje con la mirada de los tres últimos Papas: Juan Pablo II, que, como se puede ver en cartas privadas, había manifestado un «intenso deseo» de visitar ese lugar. Benedicto XVI que, como prefecto de la entonces Congregación para la Doctrina de la Fe, en 1985, había expresado un «pensamiento claro» sobre la separación de la atestación de la posible «sobrenaturalidad» del fenómeno de sus frutos espirituales. Finalmente, Francisco, que en el vuelo de regreso de Fátima en 2017, hablando sobre el «muy buen» informe de la Comisión Ruini, afirmó que «el núcleo» es «el hecho espiritual, el hecho pastoral, personas que van allí y se convierten, personas que encuentran a Dios, que cambian de vida... No hay varita mágica, este hecho espiritual-pastoral no se puede negar».
«Lo que destaca en los Pontífices», subraya Fernández, “es una actitud de gran respeto ante una devoción tan extendida en el pueblo de Dios”, que se traduce en “un análisis del fenómeno espiritual positivo” y no “en una conclusión sobre el origen sobrenatural o no del fenómeno”. De hecho, el Papa Francisco, según reveló el cardenal, reiteró en un reciente encuentro que el nihil obstat es «absolutamente suficiente» y que «no es necesario ir más allá con una declaración de sobrenaturalidad». Es decir, basta «con decir a los fieles: bien se puede rezar, el culto es público, se pueden hacer peregrinaciones y estos mensajes se pueden leer sin peligro».
Los mensajes de la "Gospa"
Sobre los mensajes de la «Gospa», el cardenal prefecto explicó que la mayoría de ellos tienen un «contenido bello» que puede «estimular» la conversión; muchos reproponen palabras más cercanas al lenguaje de los pueblos; algunos contienen en cambio «frases que no son exactamente de Santo Tomás de Aquino». Pero, aclara Fernández, «cuando hay experiencias espirituales de distinto tipo, no hay dictado», «la persona percibe un contenido y hace el esfuerzo de recordarlo y expresarlo lo mejor que puede». Así que estos mensajes no deben leerse como «un texto magistral», sino que necesitan captar «el pensamiento profundo» incluso detrás de algunas «imperfecciones de las palabras».
La propuesta de paz
«Nosotros -añadió el Prefecto de la Doctrina de la Fe- acogemos ahora estos mensajes no como revelaciones privadas, porque no tenemos certeza de que sean mensajes de la Virgen, sino que los acogemos sólo como textos edificantes que pueden estimular una verdadera y bella experiencia espiritual». Los mensajes, recomendó Fernández, «deben ser valorados en su conjunto. Porque sólo en la visión de conjunto aparecen «las grandes exhortaciones». Por ejemplo, la de la paz, «la gran propuesta de Medjugorje». «El mensaje de paz implica amar también a los que no son católicos. Y esto se entiende en el contexto ecuménico e interreligioso de Bosnia Herzegovina», desgarrada por una guerra alimentada también por motivaciones religiosas. «Miren cómo se repite hoy la historia con Ucrania», señaló el cardenal.
Los riesgos
Ciertamente, hay «puntos débiles» en estos mensajes, empezando por la «frecuencia» o la insistencia en la necesidad de escucharlos: "Escuchad mis mensajes", “aceptad mis mensajes”. A veces cansa un poco... La Virgen habla de sus planes de salvación - «mis planes»- que hay que aceptar, como si fueran distintos de los de Dios. Esto confunde, crea el peligro de crear una dependencia excesiva de las apariciones y de los mensajes».
Mensajes futuros
Tanto en su discurso como en sus preguntas a los periodistas, el cardenal Fernández abordó también la cuestión de los futuros mensajes, «si los hay»: «Si los hay, deben ser evaluados y aprobados para su posible publicación, y hasta que no sean analizados, no se aconseja a los fieles que los consideren textos edificantes». La «prudencia» es siempre necesaria, sabiendo que la Virgen «no ordena que algo se comunique necesaria o inmediatamente; no nos utiliza como marionetas o instrumentos muertos, siempre deja espacio a nuestro discernimiento». No es, en definitiva, una «Madonna postmistress», subrayó el prefecto del antiguo Santo Oficio, recordando las palabras del Papa Francisco.
Devoción entre la gente
El responsable del Dicasterio destacó a continuación la difusión mundial de la devoción a la Reina de la Paz, de ahí los «tantos grupos de oración y devoción mariana», las obras de caridad a favor de huérfanos, drogadictos, alcohólicos, discapacitados. «Un fenómeno popular» que no tiene en cuenta mensajes o discusiones sobre el origen sobrenatural: “Lo que atrae es la Reina de la Paz y la presencia de su imagen en los lugares más diversos”.
La imagen de la Virgen en todos los países
El propio Fernández confiesa que ha encontrado la imagen de la Virgen hasta en los pueblos más pequeños. Incluso en su propia Argentina, contó, cuando como párroco había propuesto a los fieles de distintos barrios construir edículos con una imagen mariana, «el primero que me propusieron fue el de la Reina de la Paz». Sólo una monja dijo: «¿Pero está autorizada?». Y el obispo respondió: 'Pero, ¿qué daño puede hacer esa imagen?».
La relación con los videntes "no es aconsejable"
En cuanto a la relación con los videntes, el cardenal explicó que «no está prohibida pero tampoco es aconsejable», incluso para ellos. «El espíritu de Medjugorje no es ir detrás de los videntes sino rezar a la Reina de la Paz». Fernández informó de que no tenía contacto con ellos por el momento pero que les había enviado una pequeña carta "con algunas sugerencias o palabras», destinadas a permanecer confidenciales".
Las intervenciones de los demás oradores
Acompañaron a Fernández en la mesa de oradores monseñor Armando Matteo, secretario del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, y el director editorial de los medios de comunicación vaticanos, Andrea Tornielli.
Monseñor Matteo subrayó que la Nota de hoy es el «fruto» de un «amplio trabajo de discernimiento» que comenzó en mayo con la publicación de las Normas sobre los presuntos fenómenos sobrenaturales. Trabajo que ha implicado decisiones sobre casos en Italia, España, India, Holanda y otros lugares.
Por su parte, Tornielli, apoyándose también en una experiencia personal de peregrinación, destacó algunos «datos estadísticos interesantes», como el número de comuniones distribuidas en la parroquia y lugares vinculados a la aparición: más de 47 millones (47.413.740 para ser exactos), desde 1985 hasta 2024; o el número de sacerdotes que concelebraron en Medjugorje desde diciembre de 1986 hasta junio de 2024: 1.060.799. Números tan elevados como los de los fieles que acuden al país cada año, atraídos por la Adoración Eucarística, la meditación y confesión, el sacramento más apreciado en Medjugorje.
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