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Medjugorje Medjugorje  (AFP or licensors)

Medjugorje y la actitud de la Iglesia

Comisiones de estudio y pronunciamientos de los obispos: publicamos un amplio extracto de la intervención de Mons. Armando Matteo, secretario del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, que reconstruye la cronología de los acontecimientos.

Armando Matteo*

El fenómeno de las supuestas apariciones de la Virgen en Medjugorje se refiere a los acontecimientos que comenzaron el 24 de junio de 1981 en la parroquia de Santiago Apóstol de Medjugorje, administrada por los padres franciscanos O.F.M., de la provincia de Herzegovina, en la diócesis de Mostar-Duvno, en la antigua Yugoslavia (hoy Bosnia y Herzegovina). 

A última hora de la tarde de ese día, dos muchachas, Ivanka Ivanković y Mirjana Dra-gičević, fueron a Podbrdo, al pie de la colina de Crnica. De repente, Ivanka ve a la Virgen (que no se le apareció a Mirjana). Las dos muchachas continúan su camino por el pueblo. El mismo día, hacia las seis de la tarde, seis jóvenes ven la figura de María con un niño en brazos en el mismo lugar: además de Ivanka y Mir-jana, están Vicka Ivanković, Ivan Dragičević, Ivan Ivanković y Milka Pavlović. Marija Pavlović y Jakov Čolo, que siguen entre los seis videntes, se unen a los demás al día siguiente, 25 de junio.

El 21 de julio del mismo año, S.E. Mons. Pavao Žanić, obispo de Mostar-Duvno, se reunió con los seis “videntes”, que le contaron su reciente experiencia. El Ordinario sigue convencido de que “los niños no mienten”. Manifestará también esta convicción unos días más tarde, con ocasión de la administración de la Confirmación en la parroquia de Medjugorje. Posteriormente, el 19 de noviembre de 1983, S.E. Mons. Pavao Žanić envía un informe confidencial a la entonces Congregación para la Doctrina de la Fe sobre la supuesta aparición de María, expresando sus “muy fuertes dudas” al respecto.

El 12 de octubre del año siguiente, la Conferencia Episcopal Yugoslava emitió una declaración sobre los supuestos sucesos de Medjugorje, recordando la competencia de la autoridad eclesiástica para evaluar las apariciones y prohibiendo las peregrinaciones oficiales a Medjugorje.

El 19 de mayo de 1986, la Comisión Diocesana encargada de evaluar las supuestas apariciones de Medjugorje emitió su dictamen: a favor 11 miembros contra 4 Non constat de supernaturalitate.

Ese mismo año, el Pro-Nuncio en Belgrado emitió un dictamen negativo sobre el trabajo de la Comisión Diocesana. La entonces Congregación para la Doctrina de la Fe decidió confiar a la Conferencia Episcopal Yugoslava un nuevo examen del caso.

Al año siguiente, precisamente el 9 de abril, comenzaron los trabajos de la Comisión de la Conferencia Episcopal Yugoslava, que duraron hasta abril de 1991. El 10 de ese mes se publicó el informe final de la Comisión de la Conferencia Episcopal Yugoslava sobre el fenómeno de Medjugorje, conocido como la Declaración de Zadar. Que cito:

“Los obispos han seguido desde el principio las apariciones de Medjugorje a través del obispo de la diócesis, de la comisión episcopal y de la comisión de la Conferencia Episcopal Yugoslava para Medjugorje. Sobre la base de las investigaciones realizadas hasta ahora, no es posible afirmar que se trate de apariciones y fenómenos sobrenaturales. Sin embargo, los numerosos creyentes que acuden a Medjugorje desde diversos lugares y por motivos religiosos y de otra índole, necesitan la atención y el cuidado pastoral en primer lugar del obispo de la diócesis y después de otros obispos, para que en Medjugorje y con Medjugorje se promueva una sana devoción a la Bienaventurada Virgen María, de acuerdo con la enseñanza de la Iglesia. Con este fin, los obispos darán las oportunas indicaciones litúrgico-pastorales y, a través de la Comisión, continuarán siguiendo e iluminando los acontecimientos de Medjugorje”.

Pasemos a 1994. Es el 28 de octubre de ese año, cuando monseñor Ratko Perić, nuevo Ordinario de Medjugorje, pide a Juan Pablo II la creación de una Comisión para un veredicto definitivo sobre las “apariciones”. En julio de 1995, se anuncia una visita de Juan Pablo II a Medjugorje durante su viaje apostólico a Sarajevo. De hecho, el Papa, en cartas privadas, se había expresado positivamente sobre Medjugorje y su deseo de visitar el lugar. Informado de ello, el arzobispo Perić pidió a la entonces Congregación para la Doctrina de la Fe que impidiera dicha visita, que de hecho no tuvo lugar.

El 2 de marzo de 1998, a petición del Obispo de Saint-Denis-de-La Reunion, la entonces Congregación para la Doctrina de la Fe respondió que las peregrinaciones privadas a Medjugorje están permitidas, siempre que Medjugorje no sea declarado lugar de apariciones auténticas. También se afirma que la posición de monseñor Perić respecto a la sentencia constat de non supernaturalitate no es la de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

En los años siguientes, tuvieron lugar diversas consultas entre la entonces Congregación para la Doctrina de la Fe y la nueva Conferencia Episcopal de Bosnia y Herzegovina sobre un nuevo examen de toda la documentación. La Conferencia Episcopal de Bosnia y Herzegovina, sin embargo, declaró que no estaba en condiciones de emprender un nuevo examen, ni lo consideraba oportuno.

El punto de inflexión es el 14 de enero de 2008, cuando Benedicto XVI decidió crear una comisión internacional para evaluar los supuestos fenómenos sobrenaturales de Medjugorje. El Presidente de esta Comisión es el Card. Camillo Ruini. En enero de 2014, tras unos seis años de trabajo, la Comisión Internacional emitió su dictamen. Las conclusiones de la Comisión Ruini no se hacen públicas, y ello por petición explícita de la entonces Congregación para la Doctrina de la Fe.

Esta última, en los años siguientes, prepara una serie de estudios en profundidad sobre todo el asunto Medjugorje. Se pide la opinión de dos expertos, que llegan a resultados muy diferentes de los de la Comisión Ruini. 

En diciembre de 2015, una vez recibida toda la documentación, el Papa Francisco asume todas las decisiones sobre Medjugorje.

Posteriormente, el 11 de febrero de 2017, el Papa Francisco nombra al arzobispo Henryk Hoser Enviado Especial de la Santa Sede para examinar la situación pastoral en Medjugorje, mientras que el 14 de enero de 2019 se hace pública una disposición del Pontificado según la cual “es posible organizar peregrinaciones a Medjugorje, siempre que se tenga cuidado de evitar que se interpreten como una autentificación de los hechos”.

Por último, cabe mencionar que, el 27 de diciembre de 2021, el Papa Francisco nombró a Su Excelencia Monseñor Aldo Cavalli nuevo Visitador Apostólico de carácter especial para la Parroquia de Medjugorje, por tiempo indefinido y ad nutum Sanctae Sedis. Mons. Cavalli sucede al arzobispo polaco Henryk Hoser, fallecido el 13 de agosto de este año.

*Secretario del Dicasterio para la Doctrina de la Fe

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19 septiembre 2024, 12:00