La Santa Sede: cerca del sufrimiento del Líbano «faro de paz» en Oriente Medio
Edoardo Giribaldi - Ciudad del Vaticano
«Un oasis de fraternidad, donde coexisten grupos religiosos y confesionales», un “faro de paz y estabilidad” en Oriente Medio, para el que es imperativo que “la comunidad internacional asuma los desafíos” que está llamada a afrontar. Esta es la posición de la Santa Sede expresada por el subsecretario para las Relaciones con los Estados, monseñor Mirosław Stanisław Wachowski, en la Conferencia internacional en apoyo del pueblo y la soberanía del Líbano, en curso en París.
Llamamiento a un alto el fuego inmediato
La Santa Sede, dijo monseñor Wachowski, «comparte los sufrimientos del pueblo libanés», extendidos a los «de otros pueblos de Oriente Medio». El llamamiento del Papa Francisco a «un alto el fuego inmediato en todos los frentes», recurriendo a la «negociación» y a la «mediación», como «propone el Estatuto de las Naciones Unidas», fue reiterado por monseñor Wachowski, señalando la necesidad de «salvaguardar y promover» el «precioso» pluralismo que caracteriza al Líbano.
Salvaguardar la integridad territorial
En el contexto nacional y de Oriente Medio, el papel de las comunidades cristianas es «indispensable y fundamental», en opinión de la Santa Sede, especialmente en lo que respecta al «bienestar» y la «prosperidad», convirtiéndose en un «componente vital» de la identidad libanesa. En este sentido, el prelado polaco reiteró la «preocupación» de la Santa Sede por el cargo de Presidente de la República del Líbano, actualmente vacante. Su elección no es una «mera opción», sino una «necesidad» para salvaguardar la «independencia, unidad e integridad territorial» del Líbano. Por ello, se espera, con la «máxima urgencia», que se «llene este vacío institucional».
Las consecuencias del conflicto para la población civil
El discurso de Monseñor Wachowski abordó a continuación el conflicto actual en Oriente Medio, que enfrenta a la población a perspectivas de «devastación y pérdida de vidas humanas». Las mayores presiones recaen sobre las poblaciones del sur del Líbano, «especialmente sobre las aldeas cristianas». La Santa Sede reiteró su llamamiento al cumplimiento de las normas internacionales, incluida «la protección de hospitales, clínicas, escuelas, instituciones educativas y lugares de culto que sirven a civiles», así como de sus «bienes personales».
El compromiso de la Iglesia libanesa
Se hace un llamamiento a la comunidad internacional para que ayude al Líbano a hacer frente al flujo de desplazados del norte al sur del país, destacando el compromiso de la Iglesia, a través de los esfuerzos de la Cáritas local y de «numerosas parroquias, escuelas, monasterios y conventos», para proporcionarles «protección y apoyo». A continuación, Monseñor Wachowski hizo un llamamiento al «respeto» de la misión de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano (Unifil), exigiendo la aplicación de las resoluciones de la ONU relativas al Líbano, como la jurisdicción del gobierno local sobre todo el territorio.
Basta de utilizar el Líbano y Oriente Próximo
Sigue siendo imperativo dejar de lado las «verdades parciales» para que no prevalezcan sobre la esperanza de la gente, concluyó el obispo polaco, citando de nuevo al Papa Francisco: «¡Basta ya de utilizar el Líbano y Oriente Medio para intereses y beneficios ajenos!»
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