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Almuerzo de los medios de comunicación con motivo de la inauguración del Instituto Católico para la No Violencia. En el centro, a la cabeza de la mesa, el Cardenal Silvano Tomasi, ex Observador Permanente de la Santa Sede ante la Oficina de las Naciones Unidas y las Instituciones Especializadas en Ginebra. Almuerzo de los medios de comunicación con motivo de la inauguración del Instituto Católico para la No Violencia. En el centro, a la cabeza de la mesa, el Cardenal Silvano Tomasi, ex Observador Permanente de la Santa Sede ante la Oficina de las Naciones Unidas y las Instituciones Especializadas en Ginebra.  

Tomasi: La no violencia se aplica dialogando con quien piensa distinto

Hablando en el desayuno con los medios de comunicación organizado al término de la inauguración del Instituto Católico para la No Violencia, el cardenal subrayó la importancia de "conocer la verdadera posición religiosa y no sólo" la "dominada" por los políticos para estimular el diálogo entre las diferentes confesiones presentes en el mundo

Edoardo Giribaldi - Ciudad del Vaticano

«No se puede hablar de violencia sin crear una mentalidad y una cultura que acojan la capacidad de vivir juntos, sin hacerse daño, y esto depende mucho de la capacidad de dialogar con las personas que piensan diferente, o que tienen un estilo de vida diferente». El cardenal Silvano Maria Tomasi, ex observador permanente de la Santa Sede ante la Oficina de las Naciones Unidas y las Instituciones Especializadas en Ginebra, habló a los medios de comunicación vaticanos sobre esta piedra angular, al margen del desayuno con los medios organizado en la mañana del 30 de septiembre, para concluir la serie de actos en torno a la inauguración del Instituto Católico para la No Violencia.

La no violencia como "guía del mundo"

El punto central de las celebraciones tuvo lugar el domingo por la tarde, en presencia del cardenal Charles Maung Bo, arzobispo de Yangon, la mayor ciudad de Myanmar, y del cardenal Robert Walter McElroy, obispo de San Diego (EE.UU.). El acto se abrió con un mensaje del Papa Francisco, que hizo un llamamiento para que se establezca la no violencia como "guía del mundo", para el advenimiento de una comunidad global que aprenda a descubrirse a sí misma como formada por hermanos. Las palabras del Papa contenidas en la encíclica Fratelli tutti fueron señaladas por el cardenal McElroy como el camino a seguir para promover la no violencia y "el amor que estamos llamados a tener por nuestros hermanos y hermanas en el mundo en estas situaciones tan difíciles, que incluyen conflictos armados, y conflictos internos".

Derechos y deberes de la naturaleza humana

El mismo concepto expresado por Francisco fue recogido también por el cardenal Tomasi, quien, respondiendo a una pregunta sobre cómo convencer a los pueblos y a sus gobernantes para que abracen la no violencia como ideal y vía de progreso, explicó lo difícil que es "hablar de cambiar la mentalidad de las personas". Sin embargo, el cardenal considera fundamental una postura que "vea la cuestión de la no violencia en el contexto más amplio de una forma de vida que el Papa Francisco describió en Fratelli tutti". La Encíclica, en la interpretación del cardenal Tomasi, propone "una visión de universalidad" a través de la cual "todos compartimos la naturaleza humana" y, en consecuencia, recibimos de esa condición "derechos y deberes". Sigue siendo esencial, en la visión del cardenal, "hacer emerger como exigencia la dignidad de la persona", así como "la necesidad de vivir con las diferencias que tenemos". Sin que ello suponga imponer ninguna medida "por la fuerza".

Principios teóricos y medidas concretas

Cuando se le pregunta por la definición de la no violencia, y cómo ésta va más allá de la simple noción de ausencia de violencia, Tomasi subraya cómo tal concepto no puede expresarse "sin crear una mentalidad y una cultura que abracen la capacidad de vivir juntos sin hacerse daño unos a otros". Un objetivo que no puede prescindir de "la capacidad de dialogar con personas que piensan de forma diferente, o que tienen un estilo de vida diferente". En definitiva, para el cardenal, es "importante conjugar el principio teórico de la no violencia con medidas concretas para prevenirla". Un horizonte que puede perseguirse a través de un diálogo que no conozca discriminaciones, así como "la capacidad de evaluar bien a las personas y las situaciones, sin precipitarse a responder de manera violenta".

La importancia del diálogo interreligioso

Un pasaje importante de la conversación se refiere al diálogo interreligioso. Tomasi afirma cómo, en la convicción de los ideales de la no violencia, no se debe ignorar la comprensión e "inspiración de grupos, personas, países que proponen la solución violenta de la guerra". "¿Por qué lo hacen?", se pregunta el cardenal. Una visión simplista, que Tomasi califica de "mentalidad", ve el Islam como una confesión religiosa que "propone e impulsa la violencia como respuesta a situaciones difíciles". Sin embargo, "hay acuerdos hechos por Mahoma con los cristianos en los que llama a la coexistencia". Estas aperturas representan una respuesta encaminada a una coexistencia pacífica y respetuosa de las relaciones entre las dos religiones". Tomasi insiste en lo necesario que es, en el diálogo entre las distintas confesiones, entrar en contacto con su "verdadera posición religiosa, y no sólo con la que los políticos les han hecho dominar para mantener el poder".

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01 octubre 2024, 10:36