La prevención de los abusos en las Iglesias de Europa: un trabajo siempre abierto
Olivier Bonnel - Ciudad del Vaticano
Los derechos del niño en la sociedad húngara, el enfoque belga para curar a los supervivientes de abusos sexuales o el programa de reparación y prevención de la archidiócesis de Madrid: los testimonios compartidos en los distintos paneles y mesas redondas son de lo más variado y muestran la complejidad de la respuesta de la Iglesia al drama de la pedocriminalidad. Como ocurrió hace 3 años en Varsovia, donde se celebró la primera conferencia europea sobre el mismo tema en Europa del Este, el objetivo principal es compartir experiencias. Thibault Verny, arzobispo de Chambéry, admite: «Esta conferencia es significativa desde dos puntos de vista, en primer lugar por la información que recibimos, pero también nos interesan mucho los intercambios que se producen y los vínculos que se forjan», añade este miembro de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores.
Francia, por su parte, pudo presentar su modelo, en el que la justicia civil ya colabora con las diócesis desde hace varios años, tras la firma de protocolos entre algunos obispos y fiscales, en línea con el Motu proprio Vox estis lux mundi de 2019 del Papa Francisco. «Desde mi punto de vista, hay que hacer un cambio cultural, como se ha hecho en Francia», explica el abogado Laurent Delvolvé, que asistió a la conferencia y lleva varios años trabajando con la Conferencia Episcopal Francesa (CEF). Tampoco ha sido nada fácil poner en marcha estos protocolos en Francia, porque los dos organismos o las dos instituciones, la Iglesia por un lado y la justicia por otro, no están hechos para hablar entre ellos ni para establecer protocolos que faciliten su interacción".
Compartir experiencias para madurar las decisiones
Al igual que en el Sínodo, los participantes, de orígenes culturales y geográficos diferentes, han llegado a conocerse. En cierto modo, todos han venido a defender y compartir sus mejores prácticas. Chiara Griffini, Presidenta del Servicio Nacional para la Protección de los Menores de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), recuerda que, desde 2022, la Conferencia Episcopal local es invitada permanente del Observatorio contra la Pedofilia y la Pornografía Infantil, creado por el Ministerio de Familia e Igualdad de Oportunidades.
Monseñor Jesús Rodríguez Torrente, coordinador del servicio nacional de protección de menores de la Iglesia española, señala que «cuando hemos trabajado juntos es cuando mejor lo hemos hecho». La Conferencia de Religiosos e Institutos Seculares colabora estrechamente con la Conferencia Episcopal en materia de prevención.
En las escuelas e institutos católicos del país se ha adoptado un código de buenas prácticas para la prevención de abusos. "Hemos estado trabajando ya estos últimos años con campamentos y tiempo libre para la gente que tiene vacaciones con menores o con gente vulnerable, y ahora estamos trabajando todos los temas de personas vulnerables por discapacidad psíquica o por movilidad", prosigue Torrente.
Torrente comenta que han formado a 8000 catequistas y a más de 4000 animadores juveniles, llevan una red de trabajo con siete encuentros de formación para los miembros de las oficinas en las que están involucrados vicarios generales, ecónomos, vicarios judiciales, formadores de seminario, medios masivos, para que todos vayan conociendo el programa.
Para el futuro se proponen desarrollar la labor por áreas provinciales, para que sea más localizable y menos complejo, que se impregne en toda la sociedad y así tener un retorno en cada lugar, aunque sea pequeño.
Respetando la especificidad y el contexto cultural de cada país, los organizadores de la conferencia esperan que las ideas y buenas prácticas intercambiadas durante los tres días contribuyan a configurar las decisiones futuras sobre una mejor protección de los menores.
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