Los problemas globales requieren diálogo, para la Santa Sede es esencial
Salvatore Cernuzio - Ciudad del Vaticano
«Ciertamente, los grandes problemas globales de hoy sólo pueden afrontarse si estamos unidos, si tenemos un enfoque común, de lo contrario se corre el riesgo de agravarlos en lugar de aportar soluciones». El cardenal Pietro Parolin examina las tensiones que agitan Europa, entre la inestabilidad política y las divisiones internas, y reitera el principio de unidad que en forma de «fraternidad humana» predica el Papa Francisco desde el inicio de su pontificado. El Secretario de Estado vaticano se encuentra en la Pontificia Universidad Gregoriana para el evento "Un legado de amistad, diálogo y paz » dedicado a la inmensa figura de Matteo Ricci, el jesuita que llevó el Evangelio al corazón de China. Hablando con algunos periodistas al margen de la conferencia, Parolin se detuvo precisamente en la figura del padre Ricci y en la obra del misionero como trasfondo cultural que ha favorecido y sigue favoreciendo el camino de contacto emprendido desde hace años por la Santa Sede con Pekín, concretado con el Acuerdo Provisional para los nombramientos de obispos, prorrogado el pasado octubre por un periodo de cuatro años.
El magisterio de Matteo Ricci para el diálogo con China
«Matteo Ricci ha sido siempre una figura de referencia en todo el proceso de diálogo con China», dijo el cardenal «por su estatura moral, pero sobre todo por su papel de puente entre la cultura occidental y la china y por su gran esfuerzo por inculturar la fe, demostrando, con una fórmula que usamos ahora pero que en sustancia ya estaba presente entonces, que no hay contradicción entre ser auténticamente chinos y buenos ciudadanos y ser cristianos. Al contrario, el Evangelio vivifica la cultura china desde dentro. Y así -subrayó Parolin- esta gran enseñanza de Matteo Ricci continúa y ahora nos sigue inspirando».
El diálogo entre Estados Unidos y China
Al Secretario de Estado se le recuerda que la nueva administración estadounidense, bajo la presidencia de Donald Trump, no parece tener intención de establecer un diálogo con China, como sí están haciendo Italia y, sobre todo, la Santa Sede. Sobre este punto, Parolin aclara: «Intentamos inspirarnos en ciertos principios y seguir nuestro propio camino, es difícil decir lo que otros deben hacer...» «Ciertamente -reitera el cardenal-, para nosotros el principio del diálogo sigue siendo el principio fundamental. Ayer por la tarde hablamos del trabajo del cardenal Silvestrini por la paz y el diálogo, diciendo que para prevenir y superar los conflictos, la única manera es hablar directamente unos con otros. Para nosotros, por tanto, no es sólo una cuestión de táctica, sino de sustancia».
El testimonio del cardenal Silvestrini
La referencia del cardenal Parolin es a la presentación, ayer por la tarde en la Università Roma Tre, del libro "Cardenal Silvestrini. Diálogo y paz en el espíritu de Helsinki» , editado por Carlo Felice Casula y Pietro Sebastiani, publicado por la Libreria Editrice Vaticana. En su discurso, el Secretario de Estado recordó precisamente la obra del cardenal, entre las personalidades más representativas de la diplomacia vaticana, fallecido en 2019 a los 95 años, vinculándola a la situación actual de un mundo en medio de lo que el Papa llama «la tercera guerra mundial en pedazos». «Hoy hay que esperar contra toda esperanza como hizo el cardenal Silvestrini», dijo Parolin «el representante de la Santa Sede ante la OSCE me habló de las dificultades de actuar en el seno de la organización porque está completamente bloqueada. No sólo no es posible hablar de paz en la OSCE, sino que ya ni siquiera es posible hablar entre nosotros».
Hacer algo para restablecer la confianza
El diálogo es y será siempre la propuesta de la Santa Sede, la única vía «cuando hay un mínimo de confianza entre las partes», dijo el cardenal. «Pude comprobarlo de primera mano también con la guerra en Ucrania: no confiamos los unos en los otros. Todos estamos invitados a hacer algo». Silvestrini, incluso ante estos escenarios bélicos, seguía teniendo «una gran confianza en las personas»: «Veía aspectos del bien que un ojo superficial no podía discernir. Esta es la lección que se necesita aún hoy».
Cop29, los países contribuyen más
El cardenal Parolin también hizo un llamamiento al diálogo en los trabajos de la Cop29, la cumbre sobre el clima que se está celebrando en Bakú y a la que él mismo acudió en los últimos días como representante del Papa y de la Santa Sede: «Hay una conciencia por parte de todos de la urgencia del problema del cambio climático, pero mucha más lentitud para empezar a trabajar concretamente en los remedios», dijo al margen de la reunión en Roma Tre. «La gran cuestión de esta conferencia será gestionar un fondo de mitigación para hacer frente a los daños y pérdidas causados por el cambio climático, el fondo ya se estableció en la anterior conferencia de Dubai, pero faltan donantes. Hay que motivar a los países para que contribuyan más».
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