La bendición de las estatuillas del Niño Jesús desde Pablo VI hasta hoy
Alessandro De Carolis - Ciudad del Vaticano
“El pesebre es una cosa hermosa, ¿no es así, niños? ¿No es cierto, ustedes hombres, que para nosotros representan el mundo del trabajo? Sí, eso es algo bueno; y por eso inmediatamente bendeciremos, desde nuestra ventana, sus estatuillas del Niño Jesús, y luego bajaremos a la plaza para bendecir el Belén que preparó la Imprenta del Estado".
La primera bendición
Domingo 21 de diciembre de 1969. Los altavoces de Plaza de San Pedro amplifican la voz de Pablo VI, que en el Ángelus, describe a la multitud el encanto que despierta en él la vista del pesebre. En el pesebre los ojos del Papa leen "una lección de espíritu cristiano" y "un mensaje de costumbres". Perciben en la cueva que acoge al Niño Jesús “un preludio de una nueva vida, un preludio tan elemental que hasta los niños lo entienden: lo que vale es la bondad, la sencillez”, la inocencia, “el sentimiento de que todos somos amigos y hermanos”. Una imagen que huele a consuelo, especialmente en Italia, sacudida por la masacre de "Piazza Fontana" que había empujado al Papa Montini a comenzar el Ángelus la semana anterior hablando de la "tristeza por los crímenes terroristas, cobardes y perversos" de dos días antes.
La tradición de los Oratorios Romanos
Han pasado 55 años de aquel gesto que desató una tradición. Para el Centro de Oratorios Italianos, la tradición marca una cita en el calendario a mediados de diciembre. Con el tiempo, el domingo de la Bendición de los Niños se ha convertido en la multitud de cientos de niños y niñas en la Plaza de San Pedro y cientos de figuras del Niño Jesús arrimadas hacia la ventana desde la que el Papa derrama su bendición. La costumbre se ha ido convirtiendo poco a poco en un pequeño evento, enriquecido este año por un concurso artístico.
Concurso de creatividad
Por lo tanto, el próximo domingo 22 de diciembre, los distintos oratorios romanos estarán en la columnata de Bernini a partir de las 9.00 horas, luego todos en la Basílica para la Misa presidida por el Cardenal Mauro Gambetti. Al finalizar, todos nuevamente en la Plaza para el Ángelus pero con la novedad de poder traer, además de las estatuillas del Niño Jesús, también un cuadro inspirado en la Natividad y el tema "Un Corazón de Luz". Los cuadros serán expuestos en la propia plaza y los ganadores serán premiados en la celebración de reconocimiento el 28 de diciembre en el Oratorio de Don Bosco en Roma.
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