Manos Unidas colabora con mujeres productoras de alpaca en Perú

Sofía Lobos - Ciudad del Vaticano

Las mujeres de la Comunidad de Lagunillas, situada en Puno (Perú), viven en comunidades alto andinas en condiciones muy extremas debido al clima.

Desde tiempos remotos, los camélidos constituyen la principal fuente de ingresos económicos para las familias que habitan en Lagunillas. Las mujeres que se dedican a la crianza de alpacas y transformación de la fibra tienen un papel fundamental, aunque el rendimiento que le sacan no es el esperado.

Efectos de la desigualdad de género

Esta baja productividad se debe a desigualdades de género tanto en el acceso como en el uso, control y beneficios de los recursos naturales y productivos. A ello hay que agregar las limitaciones a la hora de adoptar tecnologías más modernas, que son necesarias y delimitan los procedimientos productivos.

Con el fin de fortalecer las capacidades productivas y el liderazgo para mejorar la calidad de vida de estas mujeres, Manos Unidas ha puesto en marcha un proyecto que beneficia a 150 personas en 30 unidades de producción, encabezadas en un 87% por mujeres que forman la Asociación de mujeres artesanas de Lagunillas.

Producción de fibra de alpaca

El diseño del proyecto, ha tenido como finalidad el empoderamiento y participación para asegurar los beneficios de la mujeres, hombres y socios de esta asociación, así como otros actores involucrados en la cadena de valor de la fibra de la alpaca.

Tanto las beneficiarias del proyecto, como instituciones locales han participado en talleres de capacitación y reuniones de trabajo.

Se trata de una iniciativa más de las muchas que ha puesto en marcha esta organización en Perú desde 1970, trabajando en sectores de agua y saneamiento, promoviendo los derechos de las mujeres y la equidad, garantizando alimentación, educación y salud, así como defendiendo el medio ambiente y el cambio climático. Entre los colectivos beneficiarios se encuentran los indígenas, los niños, los jóvenes, las mujeres y especialmente la población rural.

2024, Año Internacional de los camélidos

Naciones Unidas declara el año 2024 Año Internacional de los camélidos, puesto que constituyen el medio fundamental de subsistencia para millones de familias pobres que viven en los ecosistemas más hostiles del planeta, y que contribuyen a la lucha contra el hambre, la erradicación de la pobreza extrema, el empoderamiento de las mujeres y el uso sostenible de los ecosistemas terrestres.