Sínodo: La Asamblea de Oceanía escuchó el clamor de los pobres
Por Sor Bernadette M. Reis, fsp - Suva, Fiyi
Delegados representantes de las Conferencias Episcopales de Australia, Nueva Zelanda, Papúa Nueva Guinea y las Islas Salomón y de las islas del Pacífico participaron en la Asamblea Continental para Oceanía, que se inauguró en Suva el domingo 5 de febrero.
A lo largo de la semana, estuvieron acompañados en la reflexión orante y el discernimiento sobre su respuesta como obispos de Oceanía al Documento de Trabajo para la Etapa Continental del Sínodo. Varios ponentes y un grupo de teólogos aportaron su contribución sobre los tres temas identificados para una reflexión más profunda: la sinodalidad, el cuidado de los océanos y la formación para la misión.
Los delegados también pudieron sumergirse en su entorno local experimentando dos liturgias impregnadas de la cultura y la tradición fiyianas.
Las visitas in situ a un río local y a la línea del mar permitieron a los participantes observar el daño causado a la naturaleza por las prácticas extractivas y el cambio climático.
Los delegados también disfrutaron de una actuación en directo que incorporaba música, danza y narración de historias características de todos los países de Oceanía, en la que escucharon tanto el clamor de los pueblos isleños como el de los océanos e islas que habitan.
Asamblea llena de energía
En una entrevista al cierre del evento, el Arzobispo de Suva, Peter Loy Chong, Presidente de la Conferencia Episcopal del Pacífico (CEPAC), anfitriona de la Asamblea, dijo estar contento y satisfecho con el resultado de la Asamblea.
"Pude sentir la energía en la Asamblea", expresó. También expresó su gratitud al Secretariado, compuesto en su mayoría por laicos, muchos de ellos mujeres, que formó para organizar la Asamblea.
Hablando de la respuesta al Documento de Trabajo para la Etapa Continental, el Arzobispo señaló que "los obispos de Oceanía dimos nuestra contribución, y llenamos lo que pensábamos que eran lagunas".
Una laguna que señaló se refería a las mujeres y a la cuestión de la violencia doméstica, que "es una gran preocupación aquí en Fiyi y Papúa Nueva Guinea, e incluso en Australia".
El Espíritu sopla sobre las aguas y en los corazones
La Hna. Nathalie Becquart, Subsecretaria de la Secretaría General del Sínodo, calificó la Asamblea de experiencia hermosa y profunda.
Dijo sentirse conmovida al ver cómo los obispos daban "voz" a la Iglesia en esta parte del mundo y a su espíritu misionero.
"La sinodalidad ya está arraigada de muchas maneras", afirmó la Hna. Nathalie. Sintió que la "Iglesia de Oceanía, a través de la experiencia aquí, realmente ha escuchado profundamente la voz de los pobres, el grito de la tierra, el grito del océano, el grito de la gente, y está tratando de responder a esta llamada de Dios para seguir siendo una Iglesia cercana a la gente en este contexto, hacer hincapié en la formación para la misión y convertirse cada vez más en una Iglesia sinodal".
"Realmente podemos contemplar la obra del Espíritu soplando sobre el océano y a través del corazón de la gente reunida aquí en Suva".
En una declaración hecha pública este viernes 10 de febrero al término de la Asamblea, la Federación de Conferencias Episcopales Católicas de Oceanía declaró: "Ha sido una gran alegría para los obispos de Oceanía reunirnos en Fiyi esta semana para rezar y considerar nuestra misión compartida como Pastores principales de nuestra región. Mientras hemos orado por nuestro pueblo, también hemos sido conscientes de las oraciones que ellos han estado ofreciendo por nuestra asamblea y nuestro ministerio".
"Nuestra asamblea nos ha brindado la oportunidad de rezar juntos, construir relaciones fraternas, aprender unos de otros y considerar los desafíos pastorales comunes".
La Asamblea Continental sinodal, de una semana de duración, concluyó el viernes por la tarde con la celebración de la liturgia, en la que estos pastores locales fueron enviados de vuelta renovados para la misión en sus territorios de toda Oceanía. Los obispos esperan ahora la celebración de la primera sesión del Sínodo en octubre, sabiendo que sus voces han sido escuchadas.
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