Pakistán: Jornada de oración tras ataques a iglesias cristianas
Vatican News
Este domingo 20 de agosto, se celebra en Pakistán una Jornada especial de oración en todas las comunidades católicas del país. Lo ha anunciado la Conferencia Episcopal de la nación a cuatro días de los atentados a iglesias y comunidades cristianas en la localidad de Jaranwala, perpetrados el 16 de agosto.
El objetivo es rezar por la paz y por la armonía interreligiosa, "decir 'no' a cualquier forma de violencia y odio, que siempre son injustificados, un veneno para la sociedad", explica a la Agencia Fides Monseñor Sebastian Shaw, arzobispo de Lahore, capital de la provincia de Punjab, escenario de los hechos.
“Invocamos a Dios, dador de todo bien, y pedimos a todos los hombres de buena voluntad, cristianos y musulmanes, que estén a nuestro lado unidos por un Pakistán pacífico, libre de odio, donde se respeten los derechos y libertades de todos los ciudadanos, independientemente de su credo”, añade el obispo.
El ataque contra las iglesias cristianas comenzó después de que un cristiano fuera acusado de haber ultrajado el Corán con supuestos escritos blasfemos. Fides reporta que, tras el llamamiento de un líder religioso islámico local, una turba desató la violencia masiva, que encontró en las iglesias y los hogares de los cristianos de la zona de Jaranwala el blanco de las represalias. Los cristianos detenidos, acusados de haber profanado el Corán, insultado al Profeta Mahoma y a los musulmanes, se encontraban bajo custodia del departamento antiterrorista.
El balance del ataque es de cuatro iglesias, una de ellas católica, y tres capillas arrasadas, un cementerio profanado y numerosas casas de ciudadanos cristianos destruidas o destrozadas. No hay víctimas mortales, pero sí tres heridos graves.
El presidente de la Conferencia Episcopal de Pakistán, el Arzobispo de Islamabad-Rawalpindi, monseñor Joseph Arsad, espera que “se restablezca la primacía de la ley y la justicia y se construya una sociedad mejor”, mientras que el obispo anglicano Azad Marshall pidió al gobierno que “garantice la justicia y la seguridad para todos”.
Al igual que numerosos representantes religiosos y civiles, cristianos y musulmanes, la Comisión Justicia y Paz (NCJP) de la Conferencia Episcopal de Pakistán, también condenó el incidente expresando “preocupación por este grave ataque contra los cristianos” y evocando “las acusaciones falsas pasadas de blasfemia” que produjeron incidentes similares. En nombre de toda la Iglesia católica en Pakistán, la Comisión expresa su solidaridad con las familias cristianas afectadas, les anima a “permanecer unidas en la oración” y se declara optimista sobre la reacción del gobierno ante la reconstrucción de las iglesias y las casas destruidas. “El incidente de Jaranwala nos recuerda la urgencia de promover la armonía, la unidad y el entendimiento entre las comunidades religiosas”. El Comité manifiesta asimismo la esperanza de que todos los componentes de la sociedad “trabajen por la justicia, la paz y la convivencia”.
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