Al Yolani tranquiliza a las minorías: Siria es de todos
Roberta Barbi - Ciudad del Vaticano
La caída del presidente sirio Assad es una victoria para el pueblo porque Siria es un país para todos: así lo ha declarado el líder rebelde Mohammad al Yolani desde Damasco, donde en los últimos días se ha reunido con el líder druso libanés Joumblatt, con quien espera que se normalicen las relaciones, pero sobre todo con el ministro turco de Asuntos Exteriores, Hakan Fidan. Siria es equidistante y respetará la soberanía, la estabilidad y la seguridad de Líbano», declaró, “nuestra batalla ha salvado a la región de una gran guerra”.
La reunión con Turquía
Pero es la reunión con el ministro turco Hakan Fidan, dado el gran apoyo de Turquía durante estos años de guerra, que al-Yolani recordó, la que tiene mayor resonancia: «Cooperaremos en varios campos y damos gran importancia a la cooperación en el ámbito económico», dijo. También condenó enérgicamente a los separatistas kurdos de la organización Ypg-Pkk que ocupan parte del territorio del noreste del país: no hay lugar para ellos porque ponen en peligro la «integridad territorial». El ministro Fidan también lanzó una advertencia a Israel desde Damasco: «Abandonen cualquier objetivo en territorio sirio», dijo, «no habrá tolerancia.
Se respetarán todas las minorías
El líder al-Yolani reiteró también su voluntad de respetar todas las confesiones y proteger a todas las minorías, con el compromiso de evitar futuros conflictos entre ellas.Además, se nombró jefa de la oficina de asuntos de la mujer a una mujer, Aisha al-Dibs, que se describe a sí misma como una activista comprometida con la ayuda humanitaria. Por último, pidieron el levantamiento de las sanciones a Siria para que «se puedan prestar servicios» y la «movilización internacional para que el país pueda volver a ponerse en pie y los desplazados puedan regresar a sus hogares».
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