El Papa celebra los cinco nuevos beatos franceses
Sebastián Sansón Ferrari - Ciudad del Vaticano
Este sábado 22 de abril, fueron beatificados Enrique Planchat, sacerdote de la Congregación de San Vicente de Paúl, Ladislao Radigue y tres compañeros sacerdotes de la Congregación de los Sagrados Corazones de Jesús y de María. "Pastores animados por el celo apostólico, estuvieron unidos en el testimonio de la fe hasta el martirio, que sufrieron en París en 1871, durante la llamada 'Comuna' de París". Lo recordó el Santo Padre en sus saludos tras el rezo mariano del Regina Caeli este domingo 23 de abril en la Plaza de San Pedro, y posteriormente solicitó un aplauso por los nuevos beatos.
Su martirio comenzó durante la Semana Santa de 1871. El 6 de abril, Jueves Santo, fue detenido el padre Mathieu Henri Planchat, del Instituto de San Vicente de Paúl; el 12 de abril siguiente, Miércoles Santo, fue el turno de los padres Ladislas Radigue, Polycarpe Tuffier, Marcellin Rouchouze y Frézal Tardieu, de la Congregación de los Sagrados Corazones de Jesús y de María y de la Adoración Perpetua del Santísimo Sacramento. Murieron el 26 de mayo durante la masacre de la calle Haxo. Ese día murieron cincuenta prisioneros, ejecutados por la Comuna dos días antes de la toma total de París por las tropas versallescas de Adolphe Thiers.
Asimismo, el Sucesor de Pedro aludió al Día Mundial de la Tierra, celebrado este sábado 22 de abril, y deseó que "el compromiso por el cuidado de la creación vaya siempre unido a una solidaridad efectiva con los más pobres". Ayer, en un tuit, Bergoglio subrayaba: "El libro del Génesis nos dice que el Señor encomendó a los seres humanos la responsabilidad de ser custodios de la creación (Gn 2, 15). Por eso, el cuidado de la Tierra es una obligación moral para todos los hombres y mujeres en cuanto hijos de Dios".
Además, el Pontífice mencionó la 99ª Jornada de la Universidad Católica del Sagrado Corazón, de Italia, bajo el tema "Por el bien del saber. Los desafíos del nuevo humanismo". Compartió su deseo de que la mayor universidad católica del país "afronte estos desafíos con el espíritu de los fundadores, especialmente de la joven Armida Barelli, proclamada beata hace un año". Francisco pronunció estas palabras un día después de haber recibido, en el Vaticano, a unos 10.000 peregrinos que se congregaron en la Ciudad Eterna para dar gracias al Señor por la beatificación de Barelli, efectuada el 30 de abril de 2022 en Milán. En su discurso a las numerosas delegaciones presentes, precisó que Barelli fue "una mujer generosa, disponible y dócil a la voluntad de Dios y consagrada en el mundo", describiéndola como "un tesoro para toda la Iglesia".
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