Santa Emilia de Vialar
Al servicio de la miseria
Santa Emilia consagra su vida a los pobres que acoge en su casa, implicando incluso a algunas compañeras, en una verdadera y propia organización de caridad. Junto a ellas, en 1832, inaugura en Gaillac, una nueva forma de vida religiosa dedicada al servicio de todas las miserias, y a la instrucción de las niñas. El soporte por parte del arzobispo de Albi, François-Marie de Gauly, dará al Instituto de San José de la Aparición una proyección tal, que en poco tiempo se difundirá por todos los continentes. En 1951, la Iglesia la proclama santa y su cuerpo es transferido a Gaillac en 1972, y ofrecido a la veneración de los cristianos en la tierra que la vió nacer.
42 institutos en el mundo
Emilia de Vialar muere el 24 de agosto de 1856, día en el cual se la celebra en Marsella, donde trabajó por tanto tiempo. Fundó su congregación en la navidad de 1832. Con el pensamiento de difundir el Evangelio en los países más lejanos, fundó la Congregación de las Hermanas de San José de la Aparición y a pesar de las dificultades, las persecuciones y la pobreza, consiguió fundar 42 casas desde África del Norte hasta Birmania, confiriendo así un notable desarrollo a su instituto.
Emilia fue canonizada el 17 de junio de 1951 por el Papa Pío XII. Hoy sus hermanas, están presentes en los cinco continentes. La fiesta canónica es el 24 de agosto, pero en sus comunidades se celebra su memoria el 17 de junio.