Ryłko: Que María forme parte de nuestros desafíos cotidianos
Marco Guerra – Ciudad del Vaticano
"Hoy celebramos la fiesta de la Dedicación de esta espléndida basílica papal de Santa María la Mayor, la primera basílica en honor de la Virgen María en Occidente, el Santuario mariano más antiguo y madre de todos los Santuarios marianos del mundo cristiano". Así, en su homilía con motivo de la celebración de la Misa en la Solemnidad de la Dedicación de la Basílica de Santa María la Mayor, el cardenal Stanisław Ryłko, arcipreste de la Basílica, destacó la importancia del edificio sagrado, erigido en la colina del Esquilino de Roma a instancias de la propia Virgen María, que se le apareció al Papa Liberio en un sueño a mediados del siglo IV, indicando posteriormente el lugar exacto de la construcción del edificio con el milagro de la nieve del 5 de agosto del 358, que también se recordó esta mañana y de nuevo en las vísperas de la tarde.
Los tesoros de la Basílica custodiados por la fe
El purpurado, tras recorrer las principales etapas de la historia de la Basílica, enriquecida a lo largo de los siglos con obras de gran valor artístico, recordó cómo esta iglesia testimonia el amor y la fe de generaciones de cristianos por la Virgen María. En este templo se conservan dos grandes tesoros: "La reliquia de la Santa Cuna de Belén –que atestigua el misterio de la Encarnación del Hijo de Dios y la maternidad divina de María – y la Santa Efigie de la Salus Popoli romani, venerada aquí desde hace muchos siglos".
Una gran herencia de fe
Ante esta "gran herencia de fe", el cardenal Ryłko interpeló a todos sobre el compromiso necesario para que este legado "siga vivo en nuestro tiempo y marque nuestra fe". Basándose en las lecturas de la liturgia de hoy, el purpurado subrayó que esta Basílica es la morada de Dios entre los hombres, "un Dios compasivo dispuesto a enjugar las lágrimas de los que lloran". Y continuó:
Según el arcipreste, esta Basílica atestigua el cumplimiento de la profecía que María pronuncia en el Magníficat: "De ahora en adelante todas las generaciones me llamarán bienaventurada".
Santuarios que irradian la presencia de María
Citando a San Pablo, el cardenal subrayó que el mensaje principal dado por la Virgen en esta Basílica, es un mensaje de libertad: "Ya no eres esclavo, sino libre. ¡Eres un hijo de Dios! Aquí está tu dignidad, respétala y no la desfigures con el pecado”. Un mensaje acogido por numerosos peregrinos que se acercan al sacramento de la reconciliación en los distintos confesionarios de esta iglesia, "esos lugares donde Cristo nos libera de la esclavitud del pecado y nos devuelve la dignidad de hijos de Dios". Por ello, el cardenal incluyó a la Basílica en la lista de esos lugares sagrados que irradian la presencia de María y se convierten en polos de atracción de multitudes de fieles que quieren abrir su corazón de par en par a la Virgen.
"Este – dijo el cardenal – es el papel de los numerosos Santuarios marianos diseminados por todo el mundo". Por ello, el purpurado se detuvo en lo que considera el misterio más profundo de esta Basílica mariana:
Y agregó: "Confiando, como ella, a la voluntad de su Hijo tal y como pidió en las bodas de Caná: "Todo lo que Jesús les diga, háganlo".
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