Cardenal Parolin: Primero salvar a las personas migrantes

Alessandro Di Bussolo – Vatican News

Tras el llamamiento del domingo pasado a la hora del Ángelus, para que "los viajes de esperanza no se conviertan más en viajes de la muerte", el Papa Francisco vuelve a pedir "acogida y solidaridad" para los migrantes y lo hace en el mensaje que envió para la apertura del curso de formación "Cátedra de la Acogida" en Sacrofano, en la provincia de Roma.

El Papa, en el texto firmado por el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, que lo leyó el primer día del encuentro promovido por la Asociación Fraterna Domus, que se celebra  del 6 al 10 de marzo, pide "un renovado compromiso para fomentar el espíritu de acogida y solidaridad, promoviendo la paz y la fraternidad entre los pueblos". Francisco, además – dijo el purpurado – "nos anima a considerar la presencia de tantos hermanos y hermanas migrantes como una oportunidad para el crecimiento humano, el encuentro y el diálogo entre culturas y religiones".

Tener en cuenta las orientaciones de la Iglesia

Antes de su discurso, el cardenal Parolin, apremiado por los periodistas, reflexionó sobre el terrible "drama" del naufragio del Cutro, que costó la vida al menos a 71 personas, "que conmocionó a todos, es también una llamada a repensar las políticas de acogida". “Creo – dijo – que la Iglesia ha ofrecido toda una serie de principios y orientaciones que deberían tenerse en cuenta precisamente para repensar estas políticas".

Una actitud más positiva hacia la migración

El punto más importante para evitar nuevas masacres de migrantes en los "viajes de la esperanza", según el secretario de Estado, "es la regularización de los flujos, para que la migración sea segura". Y hacia el fenómeno, para Parolin "debe haber sobre todo una actitud más positiva, por desgracia estamos dominados por el miedo". Lo que se necesita, según el cardenal, "es una acogida que tenga en cuenta la situación de la que proceden estas personas y la situación en la que nos encontramos".

Ante todo, salvar a las personas, incluso en el mar

Y sobre el llamamiento del Papa a la hora del Ángelus del domingo pasado para detener a los "traficantes de seres humanos", como los contrabandistas de personas sin escrúpulos, Parolin se unió a la condena contra "los que especulan y los que se lucran con este fenómeno del tráfico de seres humanos" y pidió otras medidas "entre ellas poner fin a los que se lucran con la vida humana".

El Secretario de Estado no entró en el fondo de las nuevas normas solicitadas por Italia a las ONG implicadas en el rescate de migrantes en el mar, pero subrayó que para la Santa Sede "siempre rige el principio de que, ante todo, se trata de salvar personas, no de dejar que se destruyan vidas humanas", como ocurrió frente a las costas de Crotone.

El miedo es el gran enemigo de la acogida

En sus palabras de bienvenida, el cardenal Parolin volvió a recordar la tragedia del 26 de febrero frente a las costas de Cutro, una desgracia, dijo, que es "una advertencia a nuestras conciencias y no puede dejarnos indiferentes ni bloqueados por el miedo". Que es, reiteró, "el gran enemigo de la acogida", porque, alimentado por la opinión pública, "llega a condicionar las opciones políticas de gobiernos e instituciones".

Y confió en que la "Cátedra de la Acogida" contribuya a desmontar el sentimiento de miedo, "poniendo de relieve sus graves riesgos si no se supera con un nuevo compromiso y una nueva responsabilidad en la búsqueda de vías concretas de disponibilidad", y activos "mecanismos de información y formación capaces de forjar nuevas tendencias en el seno de la opinión pública".

La investigación puede darnos la razón sobre la acogida

La "Cátedra de la Acogida", para el Secretario de Estado vaticano, puede contribuir a "estructurar itinerarios formativos capaces de responder a la urgencia de la atención y de la sensibilidad hacia el otro, encontrando en la fe y en la oración un campo de acción privilegiado". Porque "la acogida ciertamente no se puede enseñar en la escuela, pero es útil que la investigación académica pueda 'darnos la razón' del hecho de ser acogedores".

En efecto, la nueva "aventura cultural y académica" pretende "contribuir a añadir la dimensión "ilustrada" por la razón a una actividad y un comportamiento solidarios sugeridos por el corazón, la fe y el sentimiento de fraternidad universal".

Todo hombre tiene derecho a una vida digna

Una fraternidad universal que, para el cardenal Parolin, es "el fundamento profundo de la acogida, hoy más que nunca indispensable para construir un mundo reconciliado, en el que se asegure a todo ser humano el derecho a una vida libre y digna", esté donde esté, "especialmente si esto no es posible en su propio país o si es perseguido en él".

Así, incluso "el compartir bienes y recursos puede ciertamente fomentar una actitud acogedora por parte de los pueblos que viven en el llamado mundo desarrollado". Y "el cuidado de cada ser humano fomentará el diálogo entre los pueblos que hoy se necesita urgentemente".