Brislin: La misión del Cardenal consiste en servir
Sor Nina Benedikta Krapić, VMZ - Ciudad del Vaticano
"Intentaré ser útil", afirma Monseñor Stephen Brislin, arzobispo de Ciudad del Cabo, Sudáfrica, quien será creado cardenal durante el consistorio público ordinario de este sábado 30 de septiembre presidido por el Papa Francisco en la Plaza de San Pedro.
En el encuentro de los purpurados con los periodistas en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Brislin destaca que el rol del cardenal consiste esencialmente en el servicio. Enfatiza que el Santo Padre "ha hecho de esto un punto muy importante: no se trata de un honor o un privilegio, sino de servir a la Iglesia y al Reino de Dios. Intentaré hacerlo fielmente lo mejor que pueda, pero tengo mucho que aprender".
Anuncia que seguirá los pasos de su predecesor, el cardenal Wilfrid Fox Napier: "Me gustaría mucho continuar lo que él ha hecho a lo largo de los años, porque realmente ha servido a la Iglesia muy, muy bien", dice el cardenal Brislin, explicando que sus prioridades se centrarán en "la dignidad de la vida y la necesidad de proteger la vida en todas sus etapas, desde el vientre materno hasta la tumba".
El arzobispo advierte el frecuente irrespeto a la dignidad humana: "En Sudáfrica, por ejemplo, no se trata sólo del aborto, sino también de la increíble pobreza y la miseria en la que la gente se ve obligada a vivir. Y son estas cosas sobre las que la Iglesia debe concienciar a la gente". Y una de las posibles direcciones que señala es llevar el sentido de la ética a las zonas corruptas.
"En Sudáfrica nos enfrentamos a una enorme corrupción a todos los niveles. No es sólo política, está dentro de las empresas, incluso dentro de las iglesias. Y la razón última de esto, la causa de fondo, es la falta de ética y el vacío de espiritualidad, y ése es realmente el espacio que debería ocupar la iglesia", asevera.
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