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Jubileo 2025: abierta la Puerta Santa en Santa María la Mayor

Tras el rito, el Cardenal Rolandas Makrickas, arcipreste coadjutor de la Basílica liberiana, preside la santa misa en la solemnidad de Santa María Madre de Dios. En su homilía recuerda que estamos llamados a una esperanza gozosa. Reflexiona sobre el don del tiempo, "criatura de Dios", y advierte del impacto de las nuevas tecnologías que corren el riesgo de no valorarlo.

Sebastián Sansón Ferrari - Ciudad del Vaticano

"Todos, sin distinción, estamos llamados a esta misma esperanza. Todos podemos recorrer este camino de gozosa esperanza. Todos. Y María está al lado de todos, sin excluir a nadie". Así lo recordó el Cardenal Rolandas Makrickas, arcipreste coadjutor de la Basílica Papal de Santa María la Mayor, durante la santa misa tras la apertura de la cuarta Puerta Santa del Jubileo Ordinario de 2025. La última Puerta Santa se abrirá en la Basílica de San Pablo Extramuros el próximo domingo 5 de enero, conforme a la disposición del Santo Padre en la bula Spes non confundit.

En la solemnidad de Santa María Madre de Dios, este miércoles 1 de enero, la inauguración estuvo acompañada por el repique de la histórica campana conocida como "La Sperduta" (la Perdida), que regresó de los Museos Vaticanos al templo en marzo de 2024, después de 140 años. El nombre se debe a la peregrina que se perdió en la noche y que, gracias al tañido de la campana, encontró el camino de vuelta a la ciudad. 

"La Sperduta", campana de la Basílica Papal de Santa María la Mayor.
"La Sperduta", campana de la Basílica Papal de Santa María la Mayor.

El Cardenal Makrickas aseguró en su homilía que el sonido de esta campana marca las horas y el tiempo en la Ciudad Eterna. No solo el repique de la "Sperduta", sino también las palabras del apóstol Pablo: "Cuando llegó la plenitud de los tiempos, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer".

El Cardenal Makrickas preside la santa misa tras la apertura de la Puerta Santa en la Basílica de Santa María la Mayor, el miércoles 1 de enero de 2025. (Vatican Media)
El Cardenal Makrickas preside la santa misa tras la apertura de la Puerta Santa en la Basílica de Santa María la Mayor, el miércoles 1 de enero de 2025. (Vatican Media)

El purpurado lituano hizo hincapié en que el tiempo es una de las grandes criaturas de Dios y observó que, a lo largo de la historia, la humanidad ha intentado, de diversas formas, aumentar o perfeccionar el tiempo mediante nuevas tecnologías. Sin embargo, advirtió que esos intentos suelen culminar en su pérdida o, como él lo llamó, en lo que podría denominarse "la fatiga del tiempo".

Más aún, el cardenal alertó sobre los peligros que pueden representar los dispositivos electrónicos, como los ordenadores y teléfonos móviles. Aunque concebidos para ahorrar y enriquecer el tiempo, advirtió que con frecuencia estos dispositivos se convierten en los "peores enemigos" del mismo. En cambio, evidenció que una persona nunca se sentirá perdida ni agotada por el tiempo vivido en comunión con Dios.

María, arca segura en medio del diluvio

Desde el santuario mariano más antiguo de Occidente, tan querido por el Papa Francisco, quien lo visita antes y después de cada viaje apostólico, el Cardenal Makrickas meditó sobre el significado de la imagen de la Salus Populi Romani, venerado en la basílica. Este icono, remarcó, es un símbolo de la devoción de Roma y de todos los creyentes del mundo hacia la Virgen María.

Citando la homilía del Papa Francisco pronunciada el 28 de enero de 2018,  con motivo de la fiesta de la traslación del icono, el cardenal recordó que María "custodia la fe, protege a sus hijos y aleja el mal". En aquella oportunidad, el Sucesor de Pedro apuntaba que María "es el arca segura en medio del diluvio". Asimismo, precisaba que es su rostro, y no las ideas ni la tecnología, lo que nos ofrece consuelo y esperanza.

En su prédica, resaltó la importancia de la devoción a María en este Año Jubilar, invitando a los peregrinos a acercarse a ella en oración, especialmente ante el icono de la Salus Populi Romani y la reliquia de la Santa Cuna de Jesús. La Basílica de Santa María la Mayor, conocida como "Belén de Occidente", simboliza la misión mariana de guiar a todos hacia Cristo, al igual que la Estrella de Belén condujo a los pastores hacia el Salvador.

Finalmente, Makrickas exhortó a vivir este Año Santo con una auténtica preocupación por los demás, en particular por los más necesitados. Instó a seguir el camino de esperanza y amor que María nos ofrece y encomendó nuestras vidas y tiempos a la Virgen, para que nos conduzca hacia Jesús, quien es la plenitud de todo tiempo.

Santa misa en la Basílica Papal de Santa María la Mayor tras la apertura de la Puerta Santa, miércoles 1 de enero de 2025. (Vatican Media)
Santa misa en la Basílica Papal de Santa María la Mayor tras la apertura de la Puerta Santa, miércoles 1 de enero de 2025. (Vatican Media)

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01 enero 2025, 19:59